En el primer mal momento de la selección española en la Eurocopa, Rodri Hernández sacó los galones de líder y de mejor mediocentro del mundo. El jugador del City reaccionó al gol de Georgia transmitiendo tranquilidad a sus compañeros y marcando el ritmo del juego después del golpe recibido. Todos los rivales dicen en las previas de los encuentros que es el mejor futbolista español del momento y él lo demuestra a pesar de la cantidad de kilómetros que lleva en sus piernas. Ha jugado 50 partidos con el City esta temporada y con España en la Eurocopa lleva tres, porque forzó la segunda amarilla para descansar ante Albania. Lo necesitaba, y por eso Guardiola le dio un respiro ante el Luton en abril, cuando a los citizens se les acumulaban los partidos cada tres días en busca de la Premier, la FA Cup y la Champions.
Rodri le dio una Champions al City en la final ante el Inter con un disparo desde fuera del área, y de la misma manera devolvió a España al buen camino ante Georgia. Un zurdazo ajustado al palo de Mamardashvili, que devolvía el empate al marcador y la tranquilidad a España. Era sólo el segundo tanto de la selección desde fuera del área desde que De la Fuente es el seleccionador, según Mr. Chip. No es una de las armas de la Roja, pero con la defensa georgiana tan hundida, Rodri tuvo claro qué era lo que había que hacer. «Tengo que pisar más esas zonas, estaba desprotegida la frontal y debía estar ahí. El balón venía fuerte, pero he podido controlar y pegarle. Es la primera que tenía y ha ido dentro», explicaba sobre su gol.
La UEFA le dio el premio al Mejor Jugador del Partido, un trofeo que amplía su colección de este tipo de galardones en este curso. Es el único español en la carrera por el Balón de Oro, una estrella, mundial y lo demostró sobre el campo cuando el equipo lo necesitaba y después, ante los micrófonos de RTVE. «Era un partido complicado, no tenían el nombre de otras selecciones, pero han demostrado su nivel. Lástima el gol que nos metieron, cosas del fútbol, hemos remontado con carácter y orgullo. Hemos demostrado nuestra madurez. Hay que corregir algunas cosas», decía tirando de liderazgo y pensando ya en lo que viene el viernes con Alemania.
