La posible llegada de la extrema derecha al Gobierno amenaza el apoyo militar a Kyiv
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han aprovechado última cumbre del curso político para recibir la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con el que han suscrito un acuerdo para ofrecer garantías de seguridad a Ucrania. Aunque muchos países europeos ya se habían comprometido de manera bilateral, por primera vez el club comunitario firma un documento en el que pone negro sobre blanco su promesa de seguir suministrando equipamiento militar al país invadido por Vladimir Putin, contribuir a su reconstrucción e impulsar su entrada en la Unión Europea.
Precisamente este pasado martes, los Veintisiete comenzaron las conversaciones de adhesión con el país, que pueden dilatarse durante años.
“Muchas gracias a todos los líderes de la UE por este resultado histórico. Hemos esperado esto durante un largo periodo de tiempo y todo el mundo, los civiles, y por supuesto nuestros héroes en el campo de batalla. Sabéis cuánto queremos estar en la UE”, ha agradecido Zelenski.
A pesar de que este documento intenta despejar cualquier duda sobre el apoyo de los Veintisiete en el medio y largo plazo, existen nubarrones el el horizonte. Hungría lleva meses bloqueando 6.600 millones de euros en la financiación militar a Kyiv y ha asegurado que durante su presidencia del bloque comunitario, que comienza el 1 de julio, no habrá avances en las negociaciones sobre ampliación. Además, las cancillerías europeas se han visto obligadas a recurrir a un enjuague legal para poder desbloquear 1.400 millones de los rendimientos de los activos bloqueados rusos y evitar el veto húngaro. Esta primera transferencia de dinero llegará la próxima semana. Hungría también ha conseguido quedar exenta del apoyo militar a Ucrania en la OTAN, a cambio de no vetar ninguna iniciativa.
Pero puede que Budapest no sea la única capital que pone palos en las ruedas a la ayuda a Ucrania. La primera ronda de las elecciones legislativas francesas y la posibilidad de una cohabitación entre el presidente francés Emmanuel Macron y la extrema derecha, en la que el puesto de primer ministro sería ocupado por Jordan Bardella, amenaza el apoyo al país invadido por Putin. Aunque pase lo que pase en Francia, la política exterior y de Defensa seguirá dependiendo del inquilino del Elíseo, una Asamblea Nacional con fuerte presencia del partido de Marine Le Pen puede bloquear los recursos económicos para el envío de armas.
“Las elecciones son una decisión de uno u otro país. No podemos presionarles y no queremos hacerlo. Se trata de la libertad, de los valores por los que estamos luchando. Y por eso espero que muchos países estarán en el lado correcto de la historia, de nuestro lado”, dijo Zelenski, en declaraciones a la prensa cuando se le preguntó por los comicios franceses.
El presidente ucraniano también ha aprovechado la ocasión para pedir más suministro militar de manera urgente, sobre todo más defensas antiaéreas. “En mayo, Putin intentó extender la guerra lanzando una nueva ofensiva al este de nuestro país. Gracias al coraje de nuestros ciudadanos y a las decisiones de nuestros socios, hemos detenido esta ofensiva rusa. Pero esta nueva ofensiva demuestra que la actual presión sobre Rusia por la guerra no es suficiente”, ha asegurado Zelenski quien también ha reclamado la celebración de una segunda conferencia de paz tras la que ha tenido lugar recientemente en Suiza.
“Hay que definir un plan y ponerlo en la mesa en cuestión de meses. No tenemos mucho tiempo, no queremos tener guerra durante años”, ha asegurado el mandatario ucraniano quien ha descartado cualquier “dialogo secreto” con las autoridades rusas. Ucrania cree que el único propósito de Vladimir Putin es alargar la guerra para que el apoyo occidental aminore. Por eso, Zelenski quiere que cualquier contacto cuente con luz y taquígrafos. “Da igual quien habla con quien o si hay diálogo secreto, tenemos que hacerlo abiertamente, para nosotros es importante".
