La economía española mantiene el pulso. El Producto Interior Bruto (PIB), medido en términos de volumen, aumentó un 0,8% en el primer trimestre respecto al trimestre anterior, una décima más respecto al dato avanzado hace dos meses y también una décima más en relación con el crecimiento registrado en el cuarto trimestre de 2023 (0,7%), según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el INE, que apunta que no se registraba un aumento tan abultado del PIB desde el segundo trimestre de 2022.
Esta revisión al alza se cimentó en la buena evolución del consumo, más dinámica de lo inicialmente avanzado, aunque este crecimiento se sustentó en buena medida en la fortaleza del sector exterior, en el turismo y en el repunte de la inversión empresarial. El avance interanual del 2,5% registrado en el primer cuarto del año es el más pronunciado desde el primer trimestre de 2023, cuando creció a una tasa del 4%.
La demanda externa (exportaciones e importaciones) aportó 0,5 puntos porcentuales al crecimiento trimestral, en tanto que la demanda nacional (consumo e inversión) contribuyó con los 0,3 puntos restantes. El consumo de los hogares creció un 0,4%, una décima más que en el trimestre previo, en tanto que el gasto público se contrajo un 0,6%, mostrando su primera tasa negativa trimestral desde el segundo trimestre de 2022. Por su parte, la inversión aumentó un 2,6% entre enero y marzo tras dos trimestres en negativo, hasta su mayor tasa desde el primer trimestre de 2023.
Por el lado de la oferta, todos los grandes sectores presentaron tasas positivas en su valor añadido. Así, las ramas industriales crecieron un 1,5% intertrimestral. Dentro de las mismas, la industria manufacturera se aceleró un punto, hasta el 2,2%. El valor añadido bruto de la Construcción aumentó un 1,8% intertrimestral, seis décimas más que en el trimestre anterior. Y el de los Servicios se aceleró una décima, hasta el 0,3%. Las ramas primarias registraron una variación del 3,1%, frente al 5,3% del trimestre anterior.
Las exportaciones de bienes y servicios presentaron una tasa interanual negativa del 0,2%, lo que supuso 1,3 puntos menos que en el trimestre anterior. Por su parte, las importaciones de cayeron un 0,7%, con una desaceleración de 2,3 puntos respecto al trimestre anterior. Por su parte, la formación bruta de capital registró una variación del 1,1%, superior en 1,1 puntos a la del trimestre anterior y la inversión aumentó un 2,6% entre enero y marzo tras dos trimestres en negativo, hasta su mayor tasa desde el primer trimestre de 2023.
Por el lado del empleo y la productividad no llegan buenas noticias. El número de horas efectivamente trabajadas aumentó un 1,3% interanual este trimestre, pero eso es un punto menos que en el anterior, lo que significa que en términos intertrimestrales la variación fue del 0,3% negativa. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo se incrementaron un 3,4% en tasa interanual, pero eso son cinco décimas menos que en el trimestre precedente, con una reducción intertrimestral de una décima.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo registró este trimestre una caída del 0,8%, y la productividad por hora efectivamente trabajada aumentó un 1,2%. En términos intertrimestrales estas tasas fueron del 0,9% y del 1,1%, respectivamente.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a través de un comunicado destacó que "seguimos con la racha de buenas noticias" y aseguró que el crecimiento del 0,8% es "el mayor avance trimestral desde hace casi dos años", lo que refleja el "dinamismo de nuestra economía en el inicio de 2024". Cuerpo indicó que "todas las ramas de actividad tuvieron un comportamiento positivo", especialmente "la industria manufacturera". Así, defendió que la economía española "sigue creciendo a un mayor ritmo que las principales economías europeas, creando más empleo y de mayor calidad, mejorando el poder adquisitivo de las familias, impulsando inversiones productivas y reforzando la competitividad de las empresas".