Desde el 12M, a pesar de que hubo un ganador claro en las urnas, –el PSC– todo está en el aire. Hasta la posibilidad de que se repitan elecciones en Cataluña en el caso de que el candidato del PSC, Salvador Illa, no reúna los apoyos necesarios para gobernar, ni tampoco los logre Junts. Ese escenario es descartado, a día de hoy, por parte del Gobierno y es visto con vértigo a la izquierda del PSOE, es decir, en Sumar, partido que en coalición con los comunes, perdió dos escaños respecto a 2021 y se quedó en el peor resultado obtenido nunca por este espacio. Es por eso que Sumar niega rotunda la posibilidad de una repetición y apela a la responsabilidad del PSC y de ERC para llegar a un acuerdo, sabedores de que volver a las urnas podría ser letal para su formación.
Sin embargo, unas nuevas elecciones en Cataluña, son contempladas como una oportunidad para Podemos, en medio de su reconstrucción. Los morados renunciaron a presentarse el pasado 12M por responsabilidad y para evitar la división entre el votante de izquierdas. Ahora, la lectura política que hacen ha cambiado y Podemos está valorando la situación y de confirmarse la repetición electoral para el mes de octubre, ya se ven haciendo campaña electoral, esto es, presentándose a las elecciones en Cataluña, según confirman a LA RAZÓN fuentes de la dirección de Podemos en la comunidad, que aun así, esperan con cautela los acontecimientos.
El 26 de agosto se agota el reloj electoral en Cataluña y si ningún candidato ha logrado ser investido como president en el Parlament, empezarían a contar los 54 días que tienen que pasar desde la convocatoria hasta la efectiva celebración de las elecciones repetidas.
Será en el mes de agosto, si se produce el bloqueo electoral, cuando Podemos consulte a su militancia si quiere que su formación vuelva a presentarse en las urnas, según apuntan en la dirección catalana, desde donde se sigue con mucho interés las negociaciones que se han abierto para sacar adelante la gobernabilidad. En la dirección estatal en Madrid dejan esa decisión en manos del partido catalán, pero también ven esa puerta abierta. Además de trabajar con esa posibilidad, el partido de Ione Belarra no ve un «largo recorrido» a una legislatura en Cataluña presidida por Salvador Illa. En la dirección catalana ven ahora un cambio político y electoral, que les motivaría a presentarse. «Ninguno de los partidos de izquierda ha sido capaz de aglutinar a la gente y es por eso que hubo tanta abstención y estamos viendo que las izquierdas no han sabido movilizar, es por eso que si hay repetición valoraríamos de manera muy seria el presentarnos», explican en la dirección catalana.
En el partido morado se ven aupados para presentarse por los resultados en las elecciones europeas, donde lograron dos europarlamentarios, lo cual ha servido a la formación para recibir el músculo social suficiente para prometerse una reconstrucción de su espacio tras la experiencia fallida en coalición con Sumar. También, justo en un momento en el que las encuestas aprecian una cierta recuperación de Podemos a nivel nacional. Además, la formación logró en Cataluña imponerse a sus rivales, los comunes-Sumar, este es el mayor de los alicientes para la formación catalana que les invita a seguir manteniendo la batalla con la formación magenta por la hegemonía del espacio de la izquierda alternativa. Justo, en medio de la descomposición que sufre Sumar y la incertidumbre sobre su futuro. Los de Irene Montero lograron 110.152 votos, un 4,6 por ciento de apoyo frente a los 102.831 votos y 4,3% que obtuvo el otro espacio. Una victoria pírrica, en cualquier caso y motivada por unas elecciones en las que el voto a Podemos no comprometía nada. Pero es Cataluña la única comunidad en la que los morados se impusieron a Díaz, también donde consiguieron una quinta parte del medio millón de votos que los morados recibieron en las europeas, y ello les da alas para volver a tomar partido. Los morados creen que su militancia está «movilizada» y atenta ante lo que pueda pasar en los próximos meses en el mundo catalán.
