El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un registro de los santos y beatos que la Iglesia Católica conmemora a lo largo del año. Cada día del año está dedicado a uno o más santos, a quienes se honra y recuerda por su fe ejemplar, sus obras de caridad y su contribución al cristianismo.
Las raíces del santoral se remontan a los primeros siglos del cristianismo, cuando las comunidades cristianas comenzaron a recordar y celebrar la memoria de sus mártires y otros santos ejemplares. Con el tiempo, el santoral se fue ampliando para incluir a santos de diferentes épocas y lugares del mundo.
San Silverio fue un papa de la Iglesia Católica que nació en Frosinone, Italia, y era hijo del papa Hormisdas. Su pontificado se vio marcado por turbulencias políticas y eclesiásticas, en particular por el conflicto con el emperador bizantino Justiniano y su esposa Teodora, quienes favorecían la herejía monofisita.
San Silverio fue elegido papa en 536 sucediendo a Agapito I. Su elección se produjo en un contexto de gran agitación política y religiosa en la Italia ostrogoda y fue influenciada por el rey ostrogodo Teodato, quien buscaba un papa que pudiera mediar en las tensiones entre los ostrogodos y el Imperio Bizantino. Desde el inicio de su pontificado Silverio se enfrentó a desafíos significativos, tanto internos como externos incluyendo la presión para aceptar la herejía monofisita.
El emperador bizantino Justiniano I y su esposa la emperatriz Teodora eran fervientes partidarios del monofisismo, una doctrina que afirmaba que Cristo tenía una sola naturaleza divina en lugar de dos naturalezas una divina y una humana. Silverio se opuso con firmeza a esta herejía manteniéndose fiel a la doctrina católica de las dos naturalezas de Cristo. Esta oposición le valió la enemistad de Teodora, quien utilizó su influencia para desacreditar a Silverio acusándolo falsamente de conspirar con los godos contra el Imperio Bizantino. Esta acusación llevó a un conflicto abierto con la corte bizantina y puso en peligro su posición como papa.
Debido a las intrigas de la emperatriz Teodora, Silverio fue depuesto y reemplazado por Vigilio, un diácono romano más complaciente con los deseos imperiales. A pesar de las acusaciones falsas de traición, Silverio fue exiliado a la isla de Palmarola, un lugar remoto y desolado donde fue sometido a duras condiciones. Se cree que murió en 537 bajo circunstancias sospechosas, posiblemente asesinado por orden de sus enemigos. Su exilio y muerte son vistos como un martirio debido a su inquebrantable defensa de la fe católica frente a la presión política y religiosa
San Silverio fue canonizado y es venerado como mártir por la Iglesia Católica. Su sufrimiento y muerte a causa de su fidelidad a la fe lo han convertido en un símbolo de resistencia y valentía. Su fiesta se celebra el 20 de junio y es especialmente honrado en la isla de Ponza, Italia donde hay una iglesia dedicada a su honor y donde su memoria es especialmente venerada. San Silverio es recordado por su valentía y firmeza en la defensa de la doctrina católica en tiempos de gran adversidad. Su vida y martirio son un testimonio de la lucha de la Iglesia contra las herejías y la interferencia política y su legado perdura como ejemplo de dedicación y sacrificio por la fe.
