Ciudadanos dice adiós al Parlament y cava su propia tumba tras perder sus seis escaños de 2021. Las caras largas y el silencio reinaron durante toda la noche electoral mientras el escrutinio avanzaba. La debacle, que ya pronosticaban las encuestas, fue confirmada por las urnas. Con un 91% escrutado, su líder, Carlos Carrizosa, salió a valorar el resultado y, entre aplausos de sus compañeros, agradeció al electorado que ha confiado en su partido, «pese a las encuestas y los medios de comunicación». Los naranjas obtuvieron 21.4587 votos frente a los 157.903 de 2021. Es decir, pasaron de un 5,57% de votos a tan solo el 0,71% en toda la comunidad catalana.
Absolutamente en todas las provincias perdieron apoyos, especialmente en Barcelona donde obtuvieron cinco de los seis escaños en la anterior cita electoral, que en esta ocasión se han llevado los populares, formación que experimentó el mayor crecimiento en la noche de ayer. Por provincias, Ciudadanos arañó en Barcelona 18.598 votos frente a los 129.339 de hace tres años; en Gerona, 935 frente a los 8.935 de 2011; en Lérida, 522 frente a los 5.127 y en Tarragona 1.661 frente a los 14.502. Los naranjas, de hecho, lograron menos apoyo que la formación animalista, PACMA.
La relación con el PP condicionó los primeros compases de Ciudadanos en la precampaña catalana, debido a que exploraron vías para concurrir conjuntamente a la cita electoral. Sin embargo, las negociaciones saltaron por los aires por el desacuerdo entre la Ejecutiva nacional de Ciudadanos, partidaria de la integración en la lista «popular», y la rama catalana liderada por Carrizosa, negada en redondo a esa posibilidad.
Así las cosas, los naranjas mueren en la tierra en la que nacieron tras 18 años liderando la oposición y el azote al procés. La formación no fue capaz de alcanzar el 5% necesario para lograr representación en el Parlament y no consiguió dar la sorpresa como hicieron en 2005 cuando arañaron 3 escaños. Por aquel entonces, se hablaba de una plataforma liderada por un grupo de intelectuales, entre los que destacaban figuras como el director teatral Albert Boadella, el periodista Arcadi Espada y el catedrático Francesc de Carreras, todos ellos identificados con posiciones de centro izquierda. Tan solo un año después, la plataforma se convirtió en partido con Albert Rivera como líder de la formación y en sus primeras elecciones autonómicas, del 1 de noviembre de 2006, consiguió, sin apenas medios ni apoyo institucional, 89.000 votos, es decir, tres diputados.
Una década después, en 2017, tras la aplicación del 155 en Cataluña, los naranjas multiplicaron por doce sus apoyos y consiguieron 36 escaños, convirtiéndose en primera fuerza y en la primera formación antinacionalista que ganaba en Cataluña. Ha pasado de 1.109.000 votos a poco más de 20.000 votos en solo siete años. Fue entonces cuando Inés Arrimadas, descartó someterse al desgaste de una investidura fallida ya que las fuerzas constitucionalistas no sumaban. Una decisión que perseguiría a la formación durante toda su existencia. Arrastrados por los malos resultados a nivel nacional, en las últimas elecciones del 14 de febrero de 2021, solo sumaron 159.000 votos, que se tradujo en seis diputados. La formación caía estrepitosamente. En paralelo también con el mal resultado de Podemos, los malos números de los naranjas presagiaban su desaparición que el resultado de ayer oficializa, a la espera de lo que pase en Europa. El eurodiputado Jordi Cañas, encabezará la lista de la formación, tras no lograr un acuerdo con el PP.
