El atún de conserva es un alimento indispensable en la despensa de la mayoría de españoles. Su versatilidad en la cocina, sus propiedades beneficiosas, lo mucho que simplifica recetas del día a día y su precio —relativamente accesible—, han hecho del atún en lata un bien muy preciado.
Sin embargo, la revista Nefrología, Diálisis y Trasplante ha publicado un estudio que sugiere que ciertas poblaciones con condiciones médicas deberían reducir o incluso eliminar por completo de su dieta el consumo de este alimento enlatado.
Esto va muy en relación con la cantidad de mercurio u otros metales pesados que contienen algunos pescados. El mercurio es un componente tóxico que no solo se encuentra en el atún enlatado pero también en otros alimentos de conserva como lo son las anchoas, las sardinas, la trucha o algunos mariscos.
El consumo de mercurio preocupan particularmente en las personas con niveles altos de ácido úrico o quienes padecen Gota —un tipo de artritis. Además, la acumulación de metilmercurio en los enlatados de atún puede se puede convertir en un factor de riesgo para el desarrollo del sistema nervioso.
Cabe mencionar, que el aceite en el que se envasa —peor aún si es aceite de palma—, aumenta los riesgos de enfermedades cardiovasculares y problemas con el colesterol.
En este orden de ideas, los expertos recomiendan que pacientes con hiperuricemia y también con factores de riesgo cardiovasculares reduzcan o eviten por completo el consumo de este alimento. Además, el estudio señala que hay otros alimentos importantes a considerar para estos pacientes como las carnes rojas, pescados como la trucha, vieiras, arenque o sardinas, entre otros.
Finalmente, las mujeres embarazadas o lactantes y los niños pequeños deben prestar atención al metilmercurio que se encuentra en el atún y otros alimentos.
Como bien sabemos, no todo lo relacionado con el atún es riesgoso, de hecho cuenta con un sinfín de beneficios. Al igual que otros pescados azules proporciona una importante cantidad de omega 3 que mejora los niveles de colesterol y triglicéridos, reduciendo la posible aparición de coágulos sanguíneos. Además, se ha comprobado que el consumo regular de atún puede protegernos contra algunos tipos de cáncer, como el cáncer de piel y de mama.
Por estas razones consumir atún, incluso si enlatado, es parte de una dieta saludable. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) confirma que el nivel medio de mercurio en las conservas de atún en el país es de 0,26 mg/kg, muy por debajo del límite máximo de la UE de 1 mg/kg. Así, la AESAN hace hincapié en maximizar los beneficios a través de un consumo moderado, siempre en combinación con una dieta balanceada.