En los últimos años el precio del aceite ha sido motivo de noticia y escándalo constante. La razón es sencilla, el valor ha aumentado en más de un 150% y en las tiendas ya ronda en los 9 euros el litro. Sin embargo, está vez parece tratarse de una noticia positiva. Así lo aseguran los productores después de ver los primeros brotes tras dos años en los que las sequías han provocado pésimas cosechas.
No obstante, esta tendencia podría experimentar un cambio importante de cara a la próxima temporada, según han señalado varios productores. Tal cambio se espera que influya directamente en una notable disminución de los precios del mercado. Los productores aseguran que si las condiciones actuales se mantienen estables, es bastante probable que para septiembre, la campaña de producción de aceite regrese a sus niveles habituales.
Esto no solo contribuiría a estabilizar el mercado sino que también podría favorecer a los consumidores mediante la reducción de los costos, haciendo el producto más accesible para una mayor cantidad de personas.
En ese orden de ideas, Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, señala que es muy importante que "los consumidores se hayan mostrado fieles al producto".
Incluso tras la subida descabellada de precios la demanda del aceite ha aumentado en un 12,2% en comparación con años anteriores según el Ministerio de Agricultura y Alimentación. Esto significa que, en los primeros seis meses de la campaña actual, el consumo ha aumentado significativamente, alcanzando las 208,500 toneladas, en comparación con las 185,800 toneladas registradas en la misma temporada del año anterior.
En relación con la pregunta clave: ¿Cuándo bajarán los precios? Francesc Minguell, director gerente de la Cambra de Comerç de Tortosa, explica que "la gran distribución suele acordar los precios con los proveedores con un año de antelación".
Según los datos más recientes de la patronal ANIERAC, la sequía ha tenido un impacto significativo, provocando una disminución en la producción debido a las malas cosechas. Como resultado, las empresas envasadoras han distribuido 61,45 millones de litros de aceite de oliva en el mercado, lo que representa un 20% menos que durante los tres primeros meses de la campaña anterior.
Esto implica que los precios que los consumidores están pagando actualmente en las tiendas fueron establecidos al inicio de la campaña y es muy probable que se mantengan estables hasta su conclusión. No obstante, se anticipa que el precio del aceite de oliva podrá disminuir en enero de 2025.
Expertos en la materia ofrecen una visión optimista, sugiriendo que, con precipitaciones normales, podríamos estar ante la mejor cosecha registrada en la historia. Los precios, que actualmente superan los 8 euros, podrían reducirse hasta los 4 euros, brindando esperanzas a miles de hogares españoles que podrían beneficiarse de esta posible reducción en los costos del aceite de oliva.