Haydée Guadalupe Artime Serrano (Calzada, No.304, entre H e I, Vedado, La Habana) revela que en su edificio llevan ya 107 días sin agua, desde mucho antes que se afectara Cuenca Sur por interrupciones eléctricas y averías en los equipos de bombeo. Y aunque se ha ido restableciendo el abasto de agua en su cuadra y edificios colindantes, la excepción es el inmueble donde vive.
Y reporta diariamente la situación a las oficinas de Aguas de La Habana del municipio de Plaza. Lo conocen Kenia, la directora; Abel, subdirector; y los técnicos Wilmer, Claudia y Helen. Y aunque han cooperado con el envío de pipas cada vez que hay disponibilidad, ello alivia la agonía, pero no soluciona el problema, pues se requiere de una brigada especializada para romper la calle y explorar la tubería de entrada al edificio, y destupirla o sustituirla en caso de que se requiera.
«Se me alega por el compañero Abel, afirma, que se requiere de un autorizo de la PNR por tratarse de una calle que es vía expedita; pero lo que no me explico es que se demore tanto la expedición de un documento para acometer una obra que ya podía haber sido resuelta desde hace semanas.
«El burocratismo aún nos sigue golpeando y creo que esto no tiene nada que ver con el bloqueo. Mi delegada y el Presidente del consejo popular Rampa
han hecho lo que ha estado en sus manos, pero creo que un trámite entre entidades no debe ser tan demorado si se quiere resolver el problema en poco tiempo.
«Considero que no ha habido interés en resolver el problema que afecta a siete apartamentos, donde hay tres personas mayores de 80 años, y una de ellas ciega y con amputación de miembro inferior; además de un aula de prescolar con 25 niños en los bajos, de la escuela Carlos «Chiqui» Hernández, que queda al frente.
Explica que remitió cartas a las principales autoridades del municipio de Plaza. Con el Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular se entrevistó en tres ocasiones, y con la compañera Amabelys, jefa de Atención a la Población, «y fui muy bien atendida. Pero… solo explicaciones difíciles de digerir. Y no me dan tampoco solución. Estoy a la espera de una entrevista (hace ya dos meses) con la Jefa de Atención al Cliente de Aguas de La Habana en Palatino. Pero ha sido aplazada por sustitución de su Director General. Por lo que sigue estando pendiente y a la espera de ser citada», concluye.
Orestes Salvador Godoy Santos (Avenida 60, No. 6909, entre 69 y 71, Cienfuegos) relata que el 15 de septiembre pasado su esposa y él iban a viajar desde Santa Clara a la Perla del Sur. Y alrededor de la 1:30 de la madrugada se presentaron en el policlínico Marta Abreu de la capital villaclareña, porque ella sufría serios trastornos, propios del diabético.
Pero lejos de la incertidumbre de llegar a esa hora a un centro asistencial, afirma que fue excelente el trato del equipo de salud que la atendió, encabezado por el doctor Marco Alejandro Sosa Navarro, acompañado de un enfermero, cuyo nombre nunca supo, e incluido el trato humano y cordial de los custodios que los recibieron.
«Permanecimos allí hasta las seis de la mañana, y durante todo ese tiempo mi esposa recibió todo el medicamento disponible para ese tratamiento y una atención esmerada. Recibió afecto y cariño por parte del equipo médico, el paramédico y el personal auxiliar.
Se hizo realidad, afirma, un precepto constitucional, que define: La salud pública es un derecho de todas las personas y es responsabilidad del Estado garantizar el acceso, la gratuidad y la calidad de los servicios de atención, protección y recuperación.
Y solo desea Orestes que las autoridades de Salud Pública en la provincia de Villa Clara y el municipio de Santa Clara hagan un reconocimiento moral al desempeño de ese equipo ante el colectivo laboral del policlínico.