Después de una larga lucha por lograr unos Juegos Olímpicos con igualdad de género entre sus participantes, cómo olvidar aquel 25 de julio de 1980, cuando en Moscú, hace 44 años, María Caridad Colón Ruenes marcó un hito para el deporte cubano y latinoamericano, al convertirse en la primera mujer de esta región en subir a lo más alto del podio en la historia de las citas estivales.
Nacida el 25 de marzo de 1958 en Baracoa, Guantánamo, María Caridad había tenido una progresiva carrera que puso a pensar a los expertos y aficionados en que la joven jabalinista de 22 años tendría un gran resultado en la capital de la entonces Unión Soviética.
Para ello tendría que imponerse a un grupo de favoritas en esa especialidad encabezadas por la anfitriona Tatyana Biryulina, que dos semanas antes, el 12 de julio de 1980, había impuesto récord mundial al quebrar la barrera de los 70 metros con un disparo de 70.08 metros, y la alemana Ruth Fuchs, considerada la mejor jabalinista de aquellos tiempos, quien reinó en Múnich 1972 y Montreal 1976, además de haber implantado seis primacías del orbe, la última de ellas a tres meses del inicio de la Olimpiada, el 29 de abril de 1980, al hacer volar el dardo hasta los 69 metros y 96 centímetros.
María Caridad había declarado que lograr un buen primer lanzamiento sería muy importante y eso fue lo que hizo en la final de la prueba, al punto de establecer récord olímpico con 68 metros y 40 centímetros.
Este lanzamiento desde el mismo inicio de la competencia desconcertó a las demás competidoras, incluyendo a la germana Futchs, quien terminó en el octavo puesto y ese mismo año se retiró del deporte activo, y tras dedicarse a la política, falleció el 20 de septiembre de 2023, a los 76 años de edad.
Después del espectacular envío que le dio el cetro olímpico, la guantanamera bajó sus registros: 64,58; 62,70; 66,02 y 63,06 metros. Junto a la criolla completaron el podio de premiaciones la soviética Saida Gumba (67,76) y la alemana Ute Hommola (66,56).
Aparte de su título en Moscú, María Caridad Colón triunfó en los Juegos Panamericanos en San Juan, Puerto Rico, 1979, y Caracas, 1983, mientras que, en Indianápolis, en 1987, tuvo que conformarse con el subtítulo, al ser aventajada por su compatriota Ivonne Leal.
Brilló igualmente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con tres metales dorados, primero en Medellín 1978, posteriormente en La Habana 1982 y después en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 1986.
Su brillante carrera la llevó a ser exaltada al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo en 2003.
Veinticuatro años más tarde la Mayor de las Antillas tendría otra monarca olímpica en el lanzamiento de la jabalina, cuando en Atenas 2004, Osleidys Menéndez, quien ya había sido medallista de bronce en Sídney 2000, rememoró la proeza de María Caridad, al coronarse con un primer envío de 71,54 metros, que le sirvió para establecer primacía en justas de esa envergadura.