Significativa ausencia de la vicepresidenta Kamala Harris cuando el Primer Ministro de Israel habló ante el Congreso de Estados Unidos
WASHINGTON, julio 24.— Unos 200 activistas judíos, fueron atados con cremallera (esposas plásticas) y escoltados fuera del Capitolio previo al discurso del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ante el Congreso de Estados Unidos, protestado en las afueras del Capitolio por varios miles de personas como culpable principal de la muertes de más de 39 000 palestinos en Gaza, un genocidio que ya cumple 292 días. Fue significativa ausencia de la vicepresidenta Kamala Harris en el hemiciclo del Congreso, una decisión que algunos republicanos calificaron de «mezquina».
Como vicepresidente, Harris tradicionalmente presidiría una sesión conjunta que involucre el discurso de un jefe de gobierno extranjero. Pero en cambio, estaba de gira en Indiana, optando por no cambiar sus planes preexistentes.
Los manifestantes pro palestinos irrumpieron en el Congreso antes del discurso de Netanyahu en protesta por el genocidio en curso en Gaza. Dentro del edificio del Capitolio de Estados Unidos, un grupo llamado «Los judíos dicen que dejemos de armar a Israel» se reunió en la Rotonda Cannon del Capitolio en protesta por la visita de quien ya ha sido calificado de genocida por la Corte Penal Internacional.
Más de 400 judíos estadounidenses protestaron cantando «Embargo de armas ahora», «No en mi nombre», «Dejen de armar a Israel» y otras consignas de protesta por el genocidio en Gaza.
Desde hace un par de días, la policía erigió vallas alrededor de los puntos de entrada al Capitolio y del hotel Watergate, cerca del río Potomac, donde se aloja Netanyahu, y los manifestantes en ese lugar proyectaron en un edificio aledaño la imagen del primer ministro del estado sionista bajo los lemas «Se busca: arresten al criminal de guerra».
La policía del Capitolio y el Servicio Secreto salieron en mayor número, aumentando los controles y la seguridad durante su visita. El Departamento de Policía Metropolitana anunció una serie extendida de cierres de calles que abarcarían la mayor parte de la semana.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunirán en la Casa Blanca el jueves, según un comunicado publicado por la oficina de Netanyahu el martes. También sostendrá sendas reuniones con la vicepresidenta Kamala Harris —convertida en la principal candidata demócrata a los comicios de noviembre—, y el ex presidente y candidato republicano Donald Trump.
Al Majeedin dijo que un asistente de Harris señaló que en esa reunión, la vicepresidenta tiene la intención de subrayar la importancia de poner fin a la guerra en la Franja.
El senador estadounidense Bernie Sanders declaró: «Es un día muy triste para nuestro país que el primer ministro Benjamín Netanyahu haya sido invitado –por líderes de ambos partidos– a dirigirse a una reunión conjunta del Congreso de los Estados Unidos».
Sanders no asistió a la reunión conjunta, al igual que otros legisladores del progresismo como la representante Pramila Jayapal (Demócrata de Washington), presidenta del Caucus Progresista del Congreso.
Mientras, la representante de origen palestino Rashida Tlaib (Michigan), quien dijo que la invitación a Netanyahu era «absolutamente vergonzosa» y «debería ser arrestado y enviado a la Corte Penal Internacional», enarboló durante la presencia de Netanyahu un cartel que decía «criminal de guerra» en una de sus caras y en la otra «culpable de genocidio», reportó The Hill.
Tlaib dijo que el evento es una «celebración de la limpieza étnica de los palestinos». «Es un día triste para nuestra democracia cuando mis colegas sonríen para una sesión de fotos con un hombre que está cometiendo genocidio activamente. Es hipócrita afirmar que estamos preocupados por la enorme cantidad de muertes de civiles inocentes y luego dar la vuelta y dar la bienvenida a la persona responsable de estos crímenes de guerra en nuestro Capitolio», dijo Tlaib en su declaración.
«Su silencio es una traición y la historia los recordará en consecuencia. Nuestro gobierno debe dejar de apoyar y financiar este genocidio ahora», continuó.
En su discurso, Netanyahu dijo: «El presidente Biden y yo nos conocemos desde hace más de 40 años. Quiero agradecerle por medio siglo de amistad con Israel y por ser, como él dice, un orgulloso sionista; en realidad, dice, un orgulloso sionista irlandés-estadounidense».
Por supuesto, arremetió contra los manifestantes de los que dijo «apoyan el mal»… «están del lado de Hamás», y los llamó «idiotas útiles» de los enemigos de Israel. De Biden dijo: El presidente Biden y yo nos conocemos desde hace más de 40 años. Quiero agradecerle por medio siglo de amistad con Israel y por ser, como él dice, un orgulloso sionista; en realidad, dice, un orgulloso sionista irlandés-estadounidense.
