Todos estarán atentos cuando esta noche, en la clausura del festival Aquelarre 2024, se otorgue el Premio al mejor espectáculo del año a la obra…
No, yo tampoco sé quién será el galardonado; pero desde ya puedo asegurar que el gran ganador ha sido el público que pernocta en la capital, y que ha podido disfrutar con plenitud de este regalo de los humoristas cubanos.
Nueve días dedicados a la risa desde diversas propuestas y exponentes. ¿Que el evento pudo estar mejor? No lo discuto. Ya sabemos que toda obra humana es perceptible a la mejoría, incluso a la excelencia. Prefiero, antes que la crítica aguda en su derecho, agradecer a los organizadores, y a quienes no pensaron en tiempos adversos, ni obstáculos, para llevar al pueblo, al estilo de un viejo tema musical: ¡un pedacito pa’ vivir!
Continúa siendo el buen humor un esperado bálsamo ante las problemáticas de nuestra sociedad, que también se vieron reflejadas en cada propuesta, porque el arte del humorismo lleva en sí mismo la misión de poner el dedo en la llaga, o si lo prefieren al estilo del Apóstol: ser para la sociedad como un látigo con cascabeles en la punta.
Otra vez coinciden en la escena reconocidos y legendarios exponentes del género con bisoños creadores que, además de mostrar actitudes y madera para la comedia bien elaborada, nos dan un respiro ante la disyuntiva de cuánto está asegurado el relevo de quienes ya suman tres décadas abogando por el humor cubano.
Nuevas formas de decir se suman a las ya conocidas maneras arraigadas a nuestras raíces del bufo y el vernáculo, o al genial estilo de la fonomímica, la música y el clown, marcado con buen tino por el grupo Teatro Tuyo.
El anunciado Stand up Comedy se abre paso, sin negar que desde hace mucho tiempo algunos humoristas del patio lo intentaban con muy buenos resultados a la manera del maestro Octavio Rodríguez (Churrisco) o el propio Otto Ortiz, que se mantiene como guía de estos jóvenes actores junto al versátil Michel Pentón. Dicho sea de paso: aplaudo la participación del comediante mexicano Carlos Ballarta, y ojalá que no se pierda la costumbre, y las buenas intenciones, de invitar a colegas foráneos a compartir nuestra escena, y al público cubano, que demostró estar listo para diversas propuestas… digo, por si alguien lo dudaba.
Esta noche, como antes anuncié, será la clausura de esta esperada fiesta de brujas en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional. Con la dirección artística de Carlos Gonzalvo, y la presentación de un magnífico elenco compuesto por Kike Quiñones, el grupo Etcétera, La leña del Humor, Miguel Moreno, Pagola la Paga, entre otros, cierran las cortinas de la vigesimoctava edición del festival nacional Aquelarre, que dará paso a la celebración de los 30 años de fundado el Centro Promotor del Humor, el próximo mes de octubre. Y usted, mientras llega ese momento, ¡no deje de sonreír!
