"Pronosticadores": ¡Habrá séptimo juego. Este redactor que en su carrera profesional no se cansó de temerle a los adjetivos, ahora teme escribir uno tras el triunfo este viernes de Ciego de Avila ante Las Tunas por 3x1 en el sexto juego del playoff de cuartos de final de la 63 Serie Nacional de Béisbol.
Pero primero, un verdad de Perogrullo: "los pronósticos, pronósticos son". Y bien sabe el avesado lector por qué lo digo.
Uno no sabe si poner en primer orden las tres impulsadas de Rubén Valdés, el excelente trabajo del abridor Yankiel Tamayo o el tremendo relevo de Yunier Batista. Disculpen por esta vez los adjetivos.
Del primer tercio del choque, solo decir que fueron tres innings de tranquilidad, o de aparente tranquilidad, en que tanto Tamayo, como Zamora "amarraron corto" a los bates rivales. El primero admitió tres jits y el segundo solo uno. Era como para decir: el estadio José Ramón Cepero para la ofensiva y el Mella para demostrar aquello de que "cuando hay pícher no hay bateador".
En el segundo tercio los tiradores lograron otros dos ceros en la cuarta y quinta entradas, pero en el inicio de la sexta Alexander Jiménez disparó sencillo y luego del sacrificio de Ronaldo Castillo, anotó desde segunda por cañonazo de Rubén Valdés, pero la ventaja duró poco, pues en el final de ese inning Denis Peña disparó largo bambinazo por la pradera central.
Había tensión en el Mella en la última fracción del juego. En el séptimo continuó el empate, pero en el octavo, de nuevo Jiménez comenzó con sencillo y luego de los outs de Liosvany y Castillo, vino el jonronazo del chambero Valdés que silenció las tribunas. Ya el 3x1 no se movería de la pizarra.
Lo demás parecerá sencillo, pero no lo es, pues Yunier Batista, que se hizo cargo del box en el séptimo, solo permitió un jit a los diez hombres a quienes se enfrentó y cerró el noveno con escón de ponches.
Ahora habrá que efectuar el séptimo y último juego. Los campeones tuneros tendrán que salir a batearle al jovencito Ediel Ponce, que ya los dominó en el segundo partido de esta miniserie que acabará con los sueños de uno de los dos equipos. ¿Favorito? Juro que a estas alturas ya no me atrevo.