Vivimos en “tiempos recios”, como dice el poeta clásico. Constantemente estamos bombardeados con noticias sobre la tasa de mortandad del COVID-19 y otros tantos datos que agobian la paz mental de quien los lee. El estrés, la sensación de agobio y la ansiedad son ingredientes peligrosos que pueden detonar en malos hábitos (comer de más, anorexia, bulimia, depresión, etc.).
Muchas son las recomendaciones de los psicólogos para mantener un buen estado de salud mental durante la cuarentena: retomar pasatiempos, hacer algo de ejercicio físico (sentadillas, abdominales e incluso yoga). Sin embargo, todo esto puede que no sea suficiente para evitar el inicio de un trastorno mayor, al que si no le ponemos un alto puede acabar con la estabilidad mental de quien lo vive y quienes lo rodean.
Servicios de apoyo
El servicio nacional de Locatel cuenta también con un apartado de chat psicológico.
(www.locatel.cdmx.gob.mx, @locatel_mx en Twitter, @locatelmx en Facebook y en el teléfono 55 5658 1111).
También con sede en la Ciudad de México está Saptel (Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono, en 55 5259 8121), quienes ofrecen asistencia telefónica en momentos de crisis, además de recomendar los pasos a seguir.
Otra instancia federal es la Comisión Nacional de las Adicciones que, aunque se enfoca en la asesoría por la ingesta de sustancias, también cuenta con asistencia psicológica. Llama al (800 911 2000 y 800 710 0900 o escribe a las cuentas @CONADICm en Twitter y @conadicmxoficial en Facebook).
En Jalisco tenemos el área de Intervención en Crisis, iniciativa de la Secretaría de Salud (en el número 33 3833 3838). A nivel estatal igualmente está el Instituto Jalisciense de Salud Mental, con un enfoque centrado en la intervención en crisis, prevención del suicidio y terapia psicológica gratuita vía telefónica (33 3833 3838, @saludjalisco en Twitter y @INSTITUTOSALME en Facebook).
Identifica los padecimientos
En el Diccionario de psicología de Howard C. Warren (FCE, ed. 2010) se recogen múltiples términos, de los cuales compartimos algunos relacionados con las más frecuentes alteraciones de la conducta y que la gente está propensa a sufrir en situaciones como la actual:
• Depresión. Estado emotivo de actividad psicofísica baja y desagradable.
• Crisis emotiva. Cualquier forma de excitación emotiva o de conducta incontrolada.
• Trastornos psicogénicos. Alteraciones de la conducta que no se atribuyen a cambios fisiológicos.
• Ansiedad. Actitud emotiva o sentimental concerniente al futuro y caracterizada por una mezcla y alternativa desagradable de miedo y esperanza. Hay ansiedad histérica (más vinculada a las fobias y temores) y melancólica (paroxismo).
• Neurosis de angustia. Neurosis cuyo síntoma más saliente es un grado notable de temor mórbido y objetivamente infundado.
