Epic Games siempre pone toda la carne en el asador con su gallina de los huevos de oro... aunque a veces esta carne se quema
Decir que
Fortnite Battle Royale es un juego realista sería... bastante poco realista. Hablamos de un juego donde
100 personajes saltan de un bus volador para acabar las unas con las otras en un ciclo sin fin en el que
el Rubius tiene su propio skin,
Karol G da conciertos virtuales junto a muchos otros artistas y se puede
recrear el baile de la intro de Deadpool y Lobezno nada menos. Pero a veces
hacen cosas realistas como por ejemplo un
emote de cocina que puede acabar mal.
Para los que no conozcan el término, un
emote es un gesto baile que se puede ejecutar en cualquier momento de la partida, aunque suele reservarse para victorias. Entre ellos nos encontramos con algunos que simplemente se ejecutan y terminan y otros que
se pueden dejar reproduciendo indefinidamente, como el que nos ocupa.
El emote de Fortnite que esconde un detalle bastante realista
Entre la infinidad de
emotes de
Fortnite nos encontramos con uno en el que nuestro
personaje se dedica a cocinar unas hamburguesas en una barbacoa. Es un gesto que tiene ya unos cuantos años, así que es posible que lo tengáis en vuestra taquilla completamente olvidado. El caso es que se trata de uno de esos
gestos que se pueden dejar activos indefinidamente y aquí es donde se ve el detalle más curioso.
Resulta que si dejamos que
pase el tiempo, el personaje seguirá
cocinando las mismas hamburguesas. El gesto no se reinicia y comienza de cero como pasa con otros, la
carne se seguirá cocinando hasta que finalmente
se queme y sea incomible. Bueno, tampoco es que tengas un emote para comerte la hamburguesa, aunque hay uno bastante chulo de tomar ramen mientras meditas, la verdad.
Los
emotes de
Fortnite son uno de los pilares sobre los que se construyó el imperio que actualmente es el juego. Hoy día la mayoría de los interesantes se pueden conseguir en
packs con personajes especiales que van desde personajes de Marvel hasta Padre de Familia, Naruto, Dragon Ball...