Intel compitió por el contrato para la fabricación del chip de la sucesora de PS5, pero Sony optó de nuevo por AMD para facilitar la retrocompatibilidad y por un menor coste.
PS5 lleva menos de cuatro años en el mercado. De hecho,
Sony lanzará el próximo noviembre una versión más potente,
PS5 Pro, a un precio de 799 euros. Sin embargo, la compañía lleva
desde 2022 planeado la máquina que sucederá a sus consolas de la actual generación,
PlayStation 6. La agencia
Reuters cita varias fuentes anónimas para afirmar que esa consola
volverá a tener un chip de AMD para garantizar la
retrocompatibilidad, a pesar de que
Intel, en una situación complicada, trató de llegar a un acuerdo con la empresa japonesa.
La información de la agencia de noticias británica se centra menos en PS6 y más en cómo Intel, que está en una situación financiera poco halagüeña, ha perdido la oportunidad de llegar a un acuerdo que le reportaría ingresos constantes. El motivo principal que llevó a Sony a volver a elegir a AMD es el
margen de beneficio que quería Intel; en la lucha por fabricar el SoC (
system on chip, el chip que incluye CPU, GPU y RAM en un mismo circuito) también participaron otras empresas como
Broadcom.
Otro motivo es la mencionada retrocompatibilidad. Si Intel hubiera fabricado el SoC de PlayStation 6, el
cambio de arquitectura habría complicado que se pudiera jugar a títulos de PS5 en la siguiente consola, y diseñar una manera de lograrlo "habría sido
costoso y habría acaparado recursos de ingeniería", en palabras textuales de
Reuters. Con la excepción de PS4, todas las PlayStation de sobremesa han sido retrocompatbles.
Intel habría ingresado 30.000 millones de dólares
La fabricación del SoC de una consola
no genera beneficios tan altos como la de chips dedicados a tareas de inteligencia artificial, pero sí un "negocio estable" del que ahora mismo carece Intel, que está teniendo problemas para encontrar grandes clientes . Las fuentes de la agencia alegan que si Intel hubiera logrado el contrato de Sony habrían ingresado
30.000 millones de dólares durante la duración del mismo.
"Estamos en
total desacuerdo con esta caracterización [de los acontecimientos]", ha respondido un representante de Intel, "pero no vamos a hacer comentarios sobre ninguna conversación con clientes actuales o potenciales. Tenemos una cartera de clientes muy sólida, tanto en nuestro negocio de productos como en el de fundición, y estamos totalmente centrados en innovar para satisfacer sus necesidades".
