Llega el verano y, junto a los mosquitos y la salmonelosis, aparece otra plaga típica de estas fechas: el overbooking. A fin de solucionar esta molestia, las siempre empáticas aerolíneas han ideado una nueva práctica: dejar que todo el mundo suba al avión y, cuando se apague el hilo musical, ¡sálvese quien pueda!
“La nueva cláusula contractual ha sido creada con la intención de seguir tratando a nuestros clientes como creemos que se merecen: como puro ganado que paga y calla.”, comenta un directivo de aerolínea. “Si termina la música y no encuentras asiento, a la puta calle. Haber pagado el bono premium, roñica”.
Pese a lo exitoso de la medida, esta novedad no ha frenado la inventiva los torturado…creativos de marketing de las líneas aéreas que están pensando en lanzar otros productos adicionales como la subasta de maletas (el que más pague por ella se la lleva) o el autobús de pista a pedales para ahorrar gasolina y potenciar “el deporte y una vida sana entre nuestros pasajeros”. Lo que sea hasta que les permitan que viajemos de pie y movamos muy fuerte los brazos para ahorrar en combustible.
