Los legisladores libaneses eligieron al comandante del ejército Joseph Aoun como el primer presidente del país en más de dos años, escogiendo a un candidato respaldado por Estados Unidos en una señal de la menguante influencia de Irán en la región.
Más de dos tercios de los políticos votaron por Aoun. Su victoria pone fin a un largo vacío de poder y representa un giro de Beirut hacia Occidente, en un momento en que el grupo militante Hezbolá, respaldado por Teherán, se vio debilitado por el duro conflicto del año pasado con Israel.
Los bonos en dólares del Líbano, que el gobierno dejó de pagar en 2020, extendieron su gran repunte de las últimas semanas.
Aoun, que cumplirá 61 años el viernes, ha liderado el ejército desde 2017 y será responsable de la difícil tarea de mantener una frágil tregua entre Israel y Hezbolá mientras trabaja en reformas para resolver una crisis económica agobiante.
Primero, debe nombrar a un primer ministro que pueda ayudarlo a dar forma al futuro de la nación después de años de crisis y aislamiento, ejemplificados por el impago de más de 30 mil millones de dólares en eurobonos hace cinco años.
El jueves, esos bonos se negociaron al nivel más alto desde octubre de 2021, lo que representa algunas de las mayores ganancias entre sus pares de mercados emergentes, aunque todavía están muy dentro del territorio de las dificultades.
La deuda del país ha brindado a los inversores una rentabilidad de alrededor del 16 por ciento desde principios de 2025, la mejor en la clase de activos, después de un repunte del 114 por ciento el año pasado.
“Joseph Aoun podrá implementar el acuerdo de alto el fuego y la Resolución 1701 de la ONU, dos pasos importantes hacia la construcción de un estado que ganará la confianza de la comunidad internacional”, dijo Najat Aoun Saliba, miembro independiente del parlamento, refiriéndose al acuerdo de noviembre entre Israel y Hezbolá y al acuerdo de 2006 para mantener la paz entre las dos partes.
“Si se aseguran las fronteras del Líbano y se recupera la confianza en las instituciones públicas, el país podrá encaminarse hacia la recuperación con la ayuda de países que lo apoyan, como Arabia Saudita”, afirmó Saliba.
Israel debilitó gravemente a Hezbolá durante una intensa ofensiva aérea y terrestre que duró más de dos meses, matando al líder de larga data del grupo considerado terrorista por Estados Unidos, Hasan Nasrallah, y agotando su arsenal de armas.
Eso limitó la capacidad de la organización, que también es un partido político que tiene una influencia significativa en el Parlamento, de sabotear el proceso electoral.
Aoun contaba con el respaldo de Washington, en parte debido a su apoyo al ejército libanés, y Amos Hochstein, uno de los principales enviados del presidente Joe Biden para Oriente Medio, estuvo en Beirut esta semana.
Entre otros visitantes se encontraba una delegación de Arabia Saudita, que también apoyó la candidatura de Aoun.
La elección se produce después de varios intentos fallidos de los legisladores de elegir un sucesor para Michael Aoun, quien renunció como presidente en 2022. No tiene parentesco con Joseph Aoun.
Gran parte de Occidente y del mundo árabe acogerán con agrado la votación final, en el pasado los legisladores libaneses han bloqueado reiteradamente las reformas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para desbloquear miles de millones de dólares en ayuda, entre ellas la derogación de una ley de secreto bancario y la realización de una auditoría integral del sistema financiero.
“Todo se reduce a la voluntad política de las élites”, dijo Sumru Altug, investigador asociado del Instituto Issam Fares de Políticas Públicas y Asuntos Internacionales, con sede en Beirut. “¿Creen que pueden seguir adelante con sus planes durante unos años más después de elegir a un presidente, o están listos para implementar una reforma del sector financiero” y “desmantelar los cárteles que les permiten acceder a todos los aspectos de la economía libanesa?”
