Durante el primer mes del Gobierno de Claudia Sheinbaum, las importaciones de gas natural provenientes de Estados Unidos ascendieron a 6 mil 477 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd), lo que representó una reducción de 5.5 por ciento respecto a septiembre, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Esta fue la mayor reducción mensual de las compras de gas natural estadounidense en los últimos 11 meses.
Sin embargo, al tomar en cuenta el periodo enero-octubre, México importó un promedio de 6 mil 574 MMpcd, lo que significó un incremento de 5.9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
De esta manera, el mercado mexicano fue el destino del 31.3 por ciento de las ventas de gas natural que realizó Estados Unidos entre enero y octubre.
Para el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las importaciones desde Estados Unidos no representan un problema por sí solo, ya que responden a las condiciones de mercado.
“Si el gas natural más barato del mundo se encuentra del otro lado de la frontera, lo racional es aprovecharlo y transportarlo a México”, se puede leer en el estudio “Gas natural: aliado de la transición energética y promotor de desarrollo y prosperidad”, elaborado por el IMCO y la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN).
Sin embargo, el estudio puntualizó que esto debe ir acompañado de infraestructura no sólo de transporte, sino de almacenamiento suficiente, así como de un impulso a la producción nacional que permitan mejorar el balance producción-importaciones para garantizar la seguridad energética del país.
“Actualmente, México depende casi en su totalidad de las importaciones de gas natural tanto para la generación de energía eléctrica como para sus actividades industriales. La onda fría en Texas en febrero de 2021 que puso en riesgo el suministro de gas natural a México es un ejemplo de que no podemos depender exclusivamente de un único proveedor”, apuntó el think tank.
México no ha podido incrementar su producción de gas natural en los últimos años, a pesar de contar con una de las reservas más importantes a nivel mundial. Entre 2010 y 2024, la producción nacional disminuyó 35 por ciento, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
