Kazajistán presentará a fines de enero el informe preliminar sobre la caída del avión de Azerbaiyán Airlines (AZAL) que se estrelló en diciembre pasado en Aktau, causando la muerte de 39 de sus 67 ocupantes, informó este domingo a EFE la portavoz del Ministerio de Transporte kazajo, Liazzat Stamgazíeva.
“El informe preliminar, en correspondencia con lo establecido en la legislación de Kazajistán y del Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OAIC), será publicado 30 después de incidente aéreo”, afirmó la jefa del servicio de prensa del ministerio.
Según Stamgazíeva, “la investigación del incidente aéreo se lleva a cabo con la participación de todos los expertos internacionales autorizados”.
Añadió que en correspondencia con lo establecido por la OAIC, la comisión creada para esclarecer este suceso tiene previsto concluir las investigaciones “en el transcurso de 12 meses, en lugar de los 36 establecidos en el marco de las leyes” kazajas.
“El equipo de expertos trabaja todos los días”, zanjó.
Según un comunicado emitido por el Kremlin tras el siniestro, el avión de pasajeros azerbaiyano, que volaba estrictamente según el horario, intentó repetidamente aterrizar en el aeropuerto de Grozni, la capital de la república rusa de Chechenia, su punto de destino, en momentos en que las defensas antiaéreas repelían un ataque de drones ucranianos.
El avión de AZAL, un Embraer 190 de fabricación brasileña que realizaba el vuelo J2-8243 Bakú-Grozni, fue desviado finalmente al aeropuerto de la ciudad kazaja de Aktau, junto al cual se estrelló.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíyev, exigió a Rusia que reconociera su culpa por el siniestro, castigara a los responsables, y compensara los daños al Estado azerí y a las víctimas.
Bakú afirma que el avión de AZAL sufrió “impactos físicos y técnicos externos y perdió completamente el control” mientras se encontraba en el espacio aéreo ruso, y que solo gracias a la valentía y pericia de los pilotos consiguió llegar a Aktau e intentar un aterrizaje de emergencia.
“El fuselaje de la aeronave presenta numerosos agujeros, pasajeros y tripulantes resultaron heridos en vuelo por esquirlas que perforaron la cabina, y los testimonios de las azafatas y pasajeros que sobrevivieron confirman que hubo una acción externa”, dijo el presidente azerbaiyano.
