Residentes de Granbury Texas, al sur de la Metroplex DFW, presentaron una demanda en la corte estatal del condado de Hood contra la empresa Marathon Digital Holdings Inc., propietaria de una mina de bitcoin ubicada junto a la planta de energía Wolf Hollow II, alegando que el constante ruido generado por los ventiladores y demás equipos de la instalación ha provocado pérdida de sueño, estrés y otros problemas de salud, lo que afecta gravemente su calidad de vida.
La demanda, presentada el viernes por el grupo de ciudadanos Citizens Concerned About Wolf Hollow y representados por el grupo ambiental Earthjustice, exige una orden judicial permanente para detener la operación de la mina de criptomonedas, a menos que esta pueda operar sin producir ruido disruptivo. La mina de Marathon, con una capacidad de 300 megavatios, utiliza más de 20 mil computadoras para minar bitcoin, lo que genera un fuerte zumbido día y noche debido a los ventiladores que enfrían los equipos.
El abogado de Earthjustice, Rodrigo Cantú, explicó que el ruido constante de la instalación ha tenido un impacto negativo en la salud de más de dos docenas de residentes cercanos a dicha instalación, quienes padecen vértigo, migrañas, ansiedad, pérdida auditiva y tinnitus.
“Si te niegan constantemente una buena noche de sueño o tienes que lidiar todo el tiempo con un ruido de fondo persistente, eso constituye un impacto irrazonable en la vida diaria”, señaló Cantú.
Los demandantes argumentan que la mina de bitcoin, que opera sin regulaciones específicas sobre el nivel de ruido, ha convertido sus hogares en lugares inhabitables. Aseguran que, además de la contaminación acústica, la expansión propuesta de la planta de gas natural que alimenta la mina podría liberar hasta 760 mil toneladas adicionales de dióxido de carbono por año, incrementando la huella de carbono de la región.
La minería de criptomonedas es un proceso que utilizan propietarios de las redes de cadenas de bloques, como Bitcoin y otras más, para finalizar transacciones. Se llama minería porque este proceso también libera nuevas monedas en circulación.
Marathon Digital, por su parte, ha declarado que el ruido generado por la instalación está dentro de los niveles normales y que un 30 por ciento de sus computadoras ya han sido equipadas con sistemas de enfriamiento por inmersión líquida, que son más silenciosos. La empresa espera que la mitad de sus equipos utilicen este sistema para finales de año.
El aumento de operaciones mineras en Texas ha generado controversias, especialmente en zonas residenciales, debido a su alto consumo de energía y la contaminación acústica asociada. La demanda contra Marathon Digital busca que un jurado determine si la mina de bitcoin califica como una molestia privada al infringir el derecho de los propietarios a disfrutar de sus propiedades. Si el jurado falla a favor de los demandantes, un juez podría emitir la orden judicial permanente para detener las operaciones.
Mientras tanto, los residentes cercanos aún lidian con los efectos del ruido. Por ejemplo, Danny Lakey, quien vive a unos 600 metros de la instalación, afirma que su familia ha sido gravemente afectada. “Solíamos sentarnos en el porche a ver el atardecer todos los días. Ahora, el ruido es tan fuerte que ya no podemos hacerlo”, relató. Además, de ello, Lakey alega que el ruido ha afectado la salud de su esposa y ha provocado infecciones de oído recurrentes en su nieto, lo que obligó a su hija a mudarse a otro estado.
Las autoridades locales y los residentes esperan que la demanda arroje luz sobre los desafíos que enfrentan las comunidades cercanas a este tipo de instalaciones y sobre la necesidad de una regulación más estricta en torno a las operaciones mineras de criptomonedas en Texas.