Los ingresos tributarios provenientes de la captación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) disminuyeron entre enero y julio 0.3 por ciento a tasa anual, en términos reales, reflejo del debilitamiento por el que atraviesa la economía.
Analistas señalaron que este es preocupante, debido a que se trata del peor dato en tres años, luego de que en el mismo lapso de 2022 y 2023 crecieron 15.3 por ciento y 3.6 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con el informe de finanzas públicas y deuda pública, de la Secretaría de Hacienda, la recaudación de este impuesto sumó un billón 635 mil 577.9 millones de pesos entre enero y julio del presente año, por debajo de lo programado en 24 mil 852 millones de pesos.
En el mismo periodo, los ingresos tributarios crecieron 6.1 por ciento anual, y totalizaron 2 billones 942 mil 473.5 millones de pesos, monto mayor en mil 864.8 millones de pesos a lo programado.
Destacó el aumento de 6.2 por ciento en el IVA, al sumar 810 mil 237.2 millones de pesos, con lo que superó en 47 mil 164.8 millones lo proyectado para el período.
James Salazar, subdirector de análisis de CI Banco, expresó que la caída en la captación de ISR “está reflejando ya la debilidad económica, o hasta cierto punto, empieza a notarse, sobre todo lo hemos visto en la recaudación de este gravamen en específico”.
En la primera mitad del año el crecimiento económico fue moderado y la segunda mitad luce mucho más complicada y es muy probable que todo el año que viene también,
“Estamos creciendo a una tasa menor al 2 por ciento, más pegada hacia el 1.5 por ciento, entonces esto va, sin duda, a dificultar la recaudación de impuestos y podría deteriorar aún más estas métricas de déficit o balances públicos, que de por sí ya se estiman elevados”, enfatizó.
Respecto del aumento en la captación de IVA, Pablo López Sarabia, profesor investigador de la división de Ciencia Económica y Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo, expresó que de acuerdo con algunas métricas el consumo se observa fuerte, lo que podría explicar dicho resultado.
“El consumo en proporción del PIB, si lo vemos en el primer trimestre del 2024, se mantiene en 73 por ciento, cuando más o menos en promedio histórico ha estado entre el 70 por ciento, con unos mínimos de 65 por ciento, entonces quiere decir que el consumo está robusto”, dijo.
“El importante envío de remesas, que se ha mantenido en récords históricos y también la alta inflación, fomenta que las personas consuman en lugar de ahorrar, entonces esto podría ser una explicación respecto del consumo y la captación de IVA”, agregó.
Salazar añadió que la recaudación del IVA está un poco distorsionada por las operaciones de comercio exterior, que operan con altibajos, pero que han tenido una mayor recaudación favorecidas por la depreciación del peso.
La deuda de México, medida por el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), se elevó 5 billones 753 mil 521 millones de pesos, durante el sexenio de López Obrador.
Los SHRFSP se ubicaron en julio de este año en 16 billones 305 mil 239 millones de pesos, mientras que a fines de 2018 sumó 10 billones 551 mil 718.6 millones.
Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros de la Facultad de Economía de la UNAM, expresó los RFSP constituyen la mejor forma de evaluar la presión de las finanzas públicas y si bien estos no reflejan un peligro de algo inmanejable, por el momento, “la bola de nieve se ubica en las finanzas de Pemex”.
Otro peligro para el control del endeudamiento se ubica en el magro crecimiento económico previsto para este año y los próximos, lo cual se reflejará en el riesgo de un permanente déficit elevado en las finanzas públicas, agregó.