Ni tardos ni perezosos, los líderes del sector privado se han aventurado a informar de empresas que ya están cancelando inversiones en México a pesar de que no aún no es una realidad la reforma judicial que impulsa el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, y que respalda Claudia Sheinbaum como su relevo.
De ser cierto, aquellas empresas que “huyen” del país son organizaciones que dentro de sus esquemas de negocio cuentan con que las autoridades judiciales les favorezcan, aún por encima de la justicia. Están acostumbradas a operar bajo marcos jurídicos “flexibles”, a la cultura del “amparo, aunque salga caro”. No abogan por el estado de derecho, sino por el status quo.
Prueba de que no todas las empresas del país están en contra del cambio fue la tremenda contienda interna que se ventiló en la Concanaco Servytur esta semana, donde la mitad de los agremiados del sector terciario del país, dijeron estar de acuerdo con la reforma judicial, tal y como la envió el Ejecutivo Federal, pues están hartos de que la justicia tenga amos.
Aún así, el camino de la reforma es largo y las amenazas sobre la supuesta desestabilización, continuarán. Sin embargo, el potencial de negocios en el país es vasto. Esta semana destacó, por ejemplo, la inversión de mil 100 millones de pesos que anunció la aeroespacial Diehl Aviation, en Querétaro, y que contó con la participación del Embajador de México en Alemania, Francisco Quiroga, quien vino a poner la primera piedra.
El diplomático mexicano anunció, junto con directivos de la empresa alemana y autoridades estatales, la primera factoría de la compañía en América, que ofrecerá 500 nuevos empleos.
La empresa, con sede en Laupheim, Alemania, indicó que esta fábrica comenzará a operar a mediados de 2025. El primer componente que fabricará serán los compartimentos superiores para la familia Airbus A220.
En este contexto, Diehl Aviation apuesta por establecerse en América para contar con instalaciones que estén más próximas a sus clientes y tiene como objetivo reforzar aún más la cooperación con importantes clientes como Airbus, Boeing, Bombardier, Embraer y grandes compañías aéreas locales.
Esta nueva ubicación permite acortar las distancias y tiempos de viaje de las piezas hacia los centros de producción de sus clientes. Querétaro fue seleccionado gracias a su ubicación céntrica, su infraestructura y proximidad al Aeropuerto Internacional.
Este tipo de anuncios seguirán llegando. Recordemos que nada más en la primera mitad de este año se dieron 143 de este tipo, por un monto superior a los 45 mil millones de dólares, de los cuales 53 por ciento provienen del sector manufactura, de Estados Unidos, principalmente.
En continuidad con el “audio-minuta” entre el FONATUR y la empresa Walkins, revelado en entregas anteriores, se señala que ahora estará en la cancha de Quintana Roo continuar con un proyecto tan relevante para la zona hotelera de Cancún como son los módulos tecnológicos de la empresa.
Y es que no solo se trata de kioscos digitales de servicios turísticos donde incluso se podrán comprar boletos para el Tren Maya, estandarte del gobierno de presidente López Obrador, sino que cada uno de los 20 módulos aporta 4 cámaras de vigilancia multidireccionales y botones de pánico conectados al C5 de la policía local.
Hoy más que nunca resulta relevante, pues aunque los niveles de flujo de turistas se mantienen positivos, tan sólo en lo que va de este año se han registrado tres asesinatos en la zona hotelera, que penosamente, dejaron uno de los peores veranos de la historia de Cancún.
La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, y sus funcionarios, más allá de cumplir con su obligación de legalidad y respeto a la certeza jurídica de los empresarios, debe anteponer la seguridad y servicios de calidad anti fraude para los turistas. Están a tiempo, si es que son leales a la 4T.