Ford Motor canceló los planes para un vehículo deportivo utilitario totalmente eléctrico en un cambio que puede costar al fabricante de automóviles alrededor de mil 900 millones de dólares.
Además de desechar los planes de fabricación de un SUV de tres filas de asientos totalmente eléctrico, Ford pospondrá aún más la producción de una camioneta eléctrica de próxima generación y reducirá la inversión en vehículos eléctricos a 30 por ciento de sus gastos de capital anuales, frente al 40 por ciento anterior.
El fabricante de automóviles también anunció este miércoles 21 de agosto que está cambiando los planes de abastecimiento de baterías, citando la necesidad de competir mejor con sus rivales chinos de bajo costo entre los que se encuentra BYD, empresa que planea construir una planta en México.
Estas medidas suponen un nuevo revés para el director ejecutivo, Jim Farley, que inicialmente aceleró el cambio de Ford hacia los vehículos eléctricos cuando asumió el cargo en 2020. El fabricante de automóviles incurrió en importantes costos al aumentar la producción cuando el crecimiento de las ventas de la industria comenzó a disminuir, lo que llevó a Ford a pronosticar que su unidad de vehículos eléctricos perderá hasta 5 mil millones de dólares este año.
Farley ahora apuesta a que Ford pueda ofrecer vehículos eléctricos con un precio equiparable al de los vehículos tradicionales, incluida una camioneta mediana alimentada por baterías que debutará en 2027, y obtener ganancias con estos modelos un año después de su lanzamiento.
“Se trata de un giro tremendo para nosotros y no vamos a hacer un giro tremendo sin trabajar mucho para convencernos de que este es exactamente el plan correcto”, dijo Farley, de 62 años, en una entrevista. “Tengo mucha confianza”.
Ford respondió a la ralentización de la demanda de vehículos eléctricos aumentando la producción de modelos híbridos de gasolina y electricidad, que han sido mejor recibidos por los consumidores. Farley está especialmente interesado en un tipo de híbrido llamado vehículo eléctrico de autonomía extendida, o EREV, que ha despegado en ventas en China. Estos vehículos utilizan un pequeño motor de gasolina para mantener cargada una batería durante la conducción, lo que permite una mayor autonomía.
Ford está considerando la tecnología de vehículos eléctricos de autonomía extendida para su próxima generación de SUV de tres filas de asientos, ya que busca ofrecer una gama de opciones de propulsión en toda su línea. Sin embargo, Ford aceptó que no podía hacer dinero con un gran SUV totalmente eléctrico.
“Nos encantaba nuestro crossover de tres filas de asientos y me hacía mucha ilusión enseñar a todo el mundo el trabajo que habíamos hecho, pero era imposible que cumpliera con nuestros criterios de rentabilidad”, admitió Farley.
Como resultado de este cambio de planes, Ford asumirá un cargo especial no monetario de unos 400 millones de dólares relacionado con la amortización del valor de los activos de fabricación que ya no utilizará.
Además, la planta en Canadá en la que se iba a fabricar el SUV eléctrico se destinará ahora a la producción de camionetas con motor de combustión, las que son altamente rentables.
Ford también podría incurrir en gastos adicionales de hasta mil 500 millones de dólares, incluidos gastos en efectivo, en futuros trimestres como partidas especiales ligadas a la cancelación del SUV eléctrico y al cambio de opciones de propulsión.
Mientras que el SUV se quedará en el camino, Ford va a producir una nueva furgoneta comercial totalmente eléctrica en Ohio a partir de 2026, seguida de dos nuevas camionetas en 2027. Una de ellas será un modelo de tamaño medio basado en una plataforma dirigida por el antiguo jefe de ingeniería del superventas Model Y de Tesla Inc. El otro es una camioneta de nueva generación que Ford fabricará en Tennessee unos dos años más tarde de lo previsto inicialmente.
Para mejorar los resultados financieros de su negocio de vehículos eléctricos, Ford aumentará la producción de baterías en EU con el fin de beneficiarse de los créditos fiscales a la fabricación incluidos en la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 de la administración de Joe Biden. El fabricante de automóviles está trabajando con uno de sus proveedores de celdas —la surcoreana LG Energy Solution— para trasladar el próximo año parte de la producción de baterías necesaria para los SUV eléctricos Mustang Mach-E a Holland, Michigan, desde Polonia.