La boxeadora Imane Khelif hace un llamado a no intimidar a las deportistas que compiten en París 2024.
La boxeadora olímpica Imane Khelif dijo que la ola de odio que ha enfrentado por conceptos erróneos sobre su género “daña la dignidad humana”, y pidió que se ponga fin al acoso a los y las atletas después de verse muy afectada por la reacción internacional en su contra.
La atleta argelina habló sobre su tumultuosa experiencia olímpica el domingo por la noche en una entrevista con SNTV, un socio de videos deportivos de The Associated Press.
“Envío un mensaje a todos los pueblos del mundo para que defiendan los principios olímpicos y la Carta Olímpica, para que se abstengan de intimidar a todas las atletas, porque esto tiene efectos, efectos masivos”, dijo Khelif en árabe. “Puede destruir a las personas, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de las personas. Puede dividir a la gente. Y por eso, les pido que se abstengan de intimidar”.
Las victorias de Khelif y su colega boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting en el cuadrilátero de París 2024 se han convertido en una de las historias más importantes de los Juegos Olímpicos. Ambas mujeres han conseguido sus primeras medallas olímpicas a pesar de que se han enfrentado a abusos en línea basados en afirmaciones infundadas sobre su género, lo que las ha llevado a una división más amplia sobre el cambio de actitudes hacia la identidad de género y las regulaciones en los deportes.
Khelif, de 25 años, reconoció la presión y el dolor de soportar esta terrible experiencia mientras competía lejos de casa en el evento más importante de su carrera deportiva.
“Estoy en contacto con mi familia dos días a la semana. Espero que no se hayan visto afectados profundamente”, dijo. “Están preocupados por mí. Si Dios quiere, esta crisis culminará con una medalla de oro, y esa sería la mejor respuesta”.
El conflicto se deriva de las afirmaciones de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) que ha sido expulsada permanentemente de los Juegos Olímpicos. Dicha organización afirmó que tanto Khelif como Lin no pasaron las pruebas de elegibilidad no especificadas para la competencia femenina en el campeonato mundial del año pasado en Nueva Delhi. Khelif fue descalificada del torneo horas antes de que compitiera por la medalla de oro, mientras la IBA le quitó su medalla de bronce a Lin.
Khelif se negó a responder cuando se le preguntó si se había sometido a otras pruebas además de dopaje, diciendo que no quería hablar de eso.
Expresó su gratitud al Comité Olímpico Internacional (COI) y a su presidente, Thomas Bach, por apoyarla resueltamente mientras el vetado ex organismo rector del boxeo olímpico avivaba el furor en torno a su participación en París.
“Sé que el Comité Olímpico me ha hecho justicia, y estoy contenta con este remedio porque muestra la verdad”, dijo.
También ha visto un apoyo masivo en sus combates, provocando vítores cuando ingresa a la arena y multitudes ondeando banderas argelinas coreando su nombre de pila. Volverá a pelear el martes en las semifinales femeninas de los 66 kilogramos en Roland Garros.
Khelif dejó en claro en repetidas ocasiones que no permitirá que las conversaciones o acusaciones la disuadan de intentar reclamar la primera medalla de oro olímpica de Argelia en boxeo femenino.
“No me importa la opinión de nadie”, dijo Khelif un día después de vencer a la húngara Anna Luca Hamori. “Vine aquí por una medalla y para competir por una medalla. Ciertamente estaré compitiendo para mejorar (y) ser mejor, y si Dios quiere, mejoraré, como cualquier otro atleta”.
Aunque está al tanto de la discusión mundial sobre ella, Khelif dijo que se ha sentido un poco alejada.
“Honestamente, no sigo las redes sociales”, comentó. “Hay un equipo de salud mental que no nos deja seguir las redes sociales, sobre todo en los Juegos Olímpicos, ya sea yo o otros deportistas. Estoy aquí para competir y conseguir un buen resultado”.
Khelif comenzó su carrera olímpica el jueves pasado con una victoria sobre Angela Carini de Italia, quien abandonó la pelea después de solo 46 segundos, cuando la italiana se puso de rodillas a llorar por no poder continuar. Según dijo en el momento, tuvo un fuerte dolor en la nariz por los primeros golpes del enfrentamiento y decidió parar.
Días después, luego de los comentarios de odio misógino, racista y transfobico contra Khelif en redes sociales, Carini dijo que lamentaba su decisión y deseaba disculparse con Khelif.
Ese inusual final elevó la charla en torno a Khelif a un rugido, provocando comentarios de personas conservadoras como el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, la escritora de “Harry Potter” J.K. Rowling y otros que afirmaban falsamente que Khelif era un hombre o una persona transgénero.
El COI declaró en repetidas ocasiones que ella y Lin estaban clasificadas para participar en los Juegos Olímpicos, y ha denunciado los turbios estándares de prueba y la gobernanza poco transparente de la IBA, que fue desterrada por completo de los Juegos Olímpicos el año pasado en un castigo sin precedentes para un organismo rector.
Khelif claramente sintió el peso del escrutinio mundial sobre ella, y su victoria sobre Hamori el sábado pareció ser catártica. Después de que el árbitro levantó la mano de Khelif con la victoria, ella fue al centro del ring, saludó a sus fans, se arrodilló y golpeó la palma de su mano contra la lona, su sonrisa se convirtió en lágrimas.
“No podía controlar mis nervios”, dijo Khelif en la entrevista. “Porque después del frenesí mediático y después de la victoria, hubo una mezcla de alegría y, al mismo tiempo, me afectó mucho, porque honestamente, no fue algo fácil de pasar en absoluto. Fue algo que atenta contra la dignidad humana”.
Había competido en eventos de la IBA durante varios años sin problemas hasta que fue suspendida abruptamente del campeonato mundial de 2023 en Nueva Delhi. El organismo dominado por Rusia, que ha enfrentado años de enfrentamientos con el COI, se ha negado a proporcionar cualquier información sobre las pruebas. Sin embargo, sí ha descartado que las boxeadoras Imane Khelif y Lin Yu-Ting pasaran por pruebas de testosterona.
La federación nacional de boxeo de Argelia sigue siendo miembro de la IBA.
Khelif es de la zona rural del noroeste de Argelia y creció jugando al futbol hasta que se enamoró del boxeo. Superando las objeciones iniciales de su padre, viajó 10 kilómetros en autobús para entrenarse para las peleas en un pueblo vecino.
Después de alcanzar el nivel más alto del deporte al final de su adolescencia, tuvo problemas al principio de su carrera antes de alcanzar un nivel de élite. Khelif ha sido una competidora internacional sólida, aunque no espectacular, durante seis años, y perdió ante la eventual medallista de oro Kellie Harrington de Irlanda en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
La próxima pelea de Khelif en París es contra Janjaem Suwannapheng de Tailandia. Si Khelif vuelve a ganar, luchará por una medalla de oro el viernes.
“Sí, este asunto involucra la dignidad y el honor de todas las mujeres”, dijo a una emisora argelina en breves declaraciones el domingo después de vencer a Hamori. “La población árabe me conoce desde hace años y me ha visto encajonar en la IBA que me hizo daño (y) me trató injustamente, pero tengo a Dios de mi lado”.
