Un bebé recién nacido que estuvo a punto ser embalsamado en una funeraria, dio señales de vida, por lo que de inmediato el personal tomó al menor y en su propio pequeño ataúd lo regresó de inmediato al hospital del IMSS, donde fue remitido en calidad de fallecido.
Los hechos ocurrieron cuando el pasado lunes 29 de julio una joven madre fue internada de emergencia con 23 semanas de gestación en el Hospital General de Zona Número 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Tuxtla Gutiérrez, también conocido como Hospital 5 de Mayo.
La madre de la joven dijo que el bebé nació con vida; sin embargo 24 horas después le dijeron que había fallecido.
Desconsolada la madre, Belky Yocabeth Espinosa Pérez de 29 años, fue dada de alta de ese nosocomio y le entregaron un certificado de fallecimiento de la bebé, quien fue turnada a una funeraria privada que la trasladó a su sede en el Recinto San José de la Delegación Terán al sur poniente de Tuxtla.
En la funeraria, cuando el personal estaba por embalsamar a la bebé, ésta mostró señales de vida al moverse, por lo que de inmediato llamaron a los padres para decirle que la bebé no estaba muerta como lo habían dictaminado los médicos del IMSS.
El padre de la bebé, Fernando Guzmán Lara de 28 años, originario de La Concordia, está indignado por la situación, en la que se vieron implicados el personal del IMSS.
Ana, la abuela de la bebé exigió que se haga justicia ante este caso y que el IMSS les dé una explicación de los hechos. Hasta este momento el IMSS no ha dado una versión oficial de los hechos.
