El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció la responsabilidad del Estado en la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, por la omisión y fabricación de la llamada ‘verdad histórica’ por parte de funcionarios, al tiempo que indicó que los señalamientos que apuntan al Ejército mexicano buscan debilitar a esa institución.
López Obrador entregó el pasado 8 de julio su primer reporte personal a los padres y madres de los estudiantes desaparecidos.
En el texto, el mandatario plantea que a través del caso Ayotzinapa, defensores de derechos humanos, organismos internaciones como la OEA y agencias del gobierno de Estados Unidos, opositores y periodistas buscan debilitar al Ejército mexicano y han emprendido una campaña de desprestigio en su contra.
En la entrada del reporte, López Obrador recordó que “las autoridades de ese entonces buscaron, por diversos motivos, ocultar la verdad de los hechos e inventaron la llamada ‘verdad histórica’”. Posteriormente, dijo, “se involucró a quienes no participaron en la desaparición de los jóvenes”.
Además, “se dejó en libertad a quienes sí son responsables” y con el paso del tiempo empezaron a sostener sin pruebas que los culpables de la tragedia “no fueron las autoridades locales, estatales y municipales de Guerrero, ni la banda de delincuentes que operaba en esa región, totalmente coludidos con dichos funcionarios”.
Y que en este crimen, “la culpa mayor recae en los soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional”, con el manejo de la consigna de que “fue el Estado” y específicamente “fue el Ejército mexicano”.
“No hay duda de la responsabilidad del Estado, ya sea por omisión, ocultamiento y fabricación de la llamada ‘verdad histórica’ de los funcionarios federales, estatales y municipales involucrados, pero el señalamiento al Ejército, sin pruebas, me produce mucha desconfianza y sostengo que podría obedecer a un afán de venganza de personas o instancias del extranjero para debilitar a una institución fundamental del Estado mexicano”, apuntó.
Recordó que los padres y madres de los jóvenes desaparecidos han visitado las instalaciones militares de Iguala, Guerrero, “y siempre se les ha respondido a todas sus solicitudes de información”; incluso, dijo, se les ha permitido entrar a los archivos, con el ofrecimiento de que pueden revisar los documentos con el apoyo de especialistas y universidades.
“Hacia adelante, en el tiempo que me queda como presidente -deja el cargo el 30 de septiembre- continuaremos la búsqueda de los jóvenes estudiantes desaparecidos y no descansaremos hasta conocer toda la verdad sobre este doloroso, injusto e indignante suceso”, apuntó.
El mandatario espera que antes de su último informe de gobierno, el 1 de septiembre, “podamos, para satisfacción de las madres, padres y familiares y del pueblo de México, cumplir el compromiso de encontrar a los jóvenes de Ayotzinapa y saber con mayor precisión lo sucedido; es decir, la irrefutable y auténtica verdad de los hechos”.