El FBI tuvo acceso a tecnología inédita para tener acceso al teléfono de Thomas Mathiew Crooks, el hombre identificado como el tirador del expresidente Donald Trump, de acuerdo con personas familiarizadas con la investigación.
Mientras el FBI luchaba por obtener acceso al teléfono, el domingo por la mañana, recurrió directamente a Cellebrite, una empresa de inteligencia digital fundada en Israel que suministra tecnología a varias agencias federales estadounidenses, según las personas, que pidieron el anonimato para hablar libremente sobre el caso.
Los agentes del FBI querían extraer datos del dispositivo para ayudar a descifrar los motivos del tiroteo en un mitin en Bethel Park, Pensilvania, donde Trump sufrió una lesión en una oreja y un espectador murió.
Un portavoz de Cellebrite se negó a hacer comentarios, al igual que el FBI.
La oficina local del FBI en Pittsburgh tenía una licencia para el software Cellebrite, que permite a las fuerzas del orden identificar o eludir la contraseña de un teléfono. Pero no funcionaba con el dispositivo de Crooks, según las personas, que dijeron que el tirador fallecido tenía un modelo más nuevo de Samsung que ejecuta el sistema operativo Android.
Los agentes llamaron al equipo federal de Cellebrite, que se comunica con las fuerzas del orden y las agencias gubernamentales, según las personas.
En cuestión de horas, Cellebrite transfirió al FBI en Quantico, Virginia, soporte técnico adicional y un nuevo software que todavía estaba en desarrollo. Los detalles sobre el intento inicial fallido de acceder al teléfono y el software aún no publicado no se habían informado previamente.
Una vez que el FBI obtuvo la actualización del software de Cellebrite, desbloquear el teléfono tomó 40 minutos, según el informe del Washington Post, que detalló por primera vez el uso de Cellebrite por parte del FBI.
Desbloquear un teléfono móvil puede llevar segundos, días o incluso años, dependiendo de la complejidad del código alfanumérico del propietario. El software de Cellebrite puede acceder a un teléfono mediante varios métodos, que incluyen la desactivación de los mecanismos integrados del teléfono que bloquean los intentos repetidos de introducir el código de acceso, al tiempo que genera millones de códigos para intentar entrar. No está claro qué método utilizó el FBI para desbloquear el teléfono de Crooks.
Cellebrite, que cotiza en el mercado de valores Nasdaq, afirma que aproximadamente una quinta parte de su trabajo en el sector público es para clientes federales. La empresa, que informó ingresos recurrentes anuales de 89.6 millones de dólares para el primer trimestre de 2024, dice que ha trabajado en más de 5 millones de casos. La empresa está buscando ampliar su negocio con clientes federales de Estados Unidos, según un comunicado de esta semana.
La empresa se ha defendido en repetidas ocasiones de las críticas de los defensores de la privacidad que han argumentado que el uso de esa tecnología equivale a un hackeo poco ético y que ha sido utilizada por gobiernos extranjeros contra activistas. La empresa dijo a los reguladores federales en 2021 que había dejado de operar en ciertos lugares, incluidos China y Hong Kong, debido a las preocupaciones planteadas por activistas de derechos humanos. Cellebrite dice que su software se utiliza para desbloquear teléfonos incautados solo en casos sancionados legalmente y nunca para vigilancia.