El jugo de betabel es recomendado popularmente por los supuestos beneficios para las personas con hígado graso. Esto dicen las investigaciones al respecto.
Para muchas personas, la manera en la que inician el día define cómo se van a sentir a lo largo del este y por eso le dan importancia a la primera bebida del día, algunas prefieren tomar café en ayunas o un taza de té verde por los antioxidantes que aporta. Entre las alternativas están los jugos y el jugo betabel es uno de los más populares.
Si bien entre las preferencias el jugo de betabel no es el favorito sobre otros como el jugo verde o el jugo de zanahoria, las propiedades atribuidas a esta preparación, entre las que destaca una supuesta mejora en la digestión, lo ponen en la lista de más pedidos en puestos y restaurantes.
El betabel siempre llama la atención por su intenso color que llega hasta el púrpura y es una adición especial para aportar variedad a las ensaladas con un sabor dulce. De acuerdo con Healthline, el betabel es una hortaliza de raíz, es decir, una verdura que está arraigada en la tierra, y es una fuente importante de:
Entre los remedios caseros que se transmiten entre generaciones, el jugo de betabel se vende como “milagroso” por las supuestas mejoras en las personas que padecen hígado graso. De acuerdo con Medline, esta enfermedad afecta al 25% de la población mundial e implica la acumulación de grasa en el hígado, la principal recomendación médica es perder peso.
Algunas personas complementan los regímenes de pérdida de peso con un vaso de jugo de betabel al día, ¿pero qué tan efectivo es para la salud del hígado?
De acuerdo con una investigación publicada el año pasado por los Institutos de Salud de los Estados Unidos (NIH), durante 12 semanas se realizó un estudio en 180 pacientes con la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los dividieron en cuatro grupos: uno de control, uno con dieta mediterránea y jugo de betabel, uno solo con jugo de betabel y otro más solo con dieta mediterránea.
Los resultados fueron positivos en los grupos que incluyeron el jugo de betabel, tanto en los que siguieron una dieta mediterránea (compuesta por pescados, aves, fuentes de omega-3 y alejada de alimentos inflamatorios) como en los que solo adoptaron la ingesta del jugo. Estos grupos registraron disminución en los niveles de las enzimas hepáticas.
La lista de beneficios que popularmente le atribuyen al jugo de betabel es larga, y se amplía con las combinaciones con frutas y hasta verduras, los más comunes son: mejora en el rendimiento físico durante el ejercicio, ayuda en la pérdida de peso y fortalecimiento el sistema inmunológico.
Pero es importante decir que no hay suficiente evidencia científica que confirme que el jugo de betabel tiene todos esos beneficios en el organismo y deben ser analizados por separado.
De acuerdo con Healthline, una investigación publicada en 2022 halló beneficios del nitrato, presente en el jugo de betabel, en la reducción de la presión arterial sistólica en adultos con hipertensión. Los nitratos se convierten en óxido nítrico y este reduce la presión arterial y aumenta el suministro de oxígeno a los órganos.
Un estudio a pequeña escala, hecho en personas con hipertensión, obtuvo buenos resultados tras la ingesta de un vaso de jugo de betabel de 250 ml durante cuatro semanas. Pero el impacto podría no ser tal en personas que ya están bajo tratamiento médico para controlar ese padecimiento.
Una de las grandes preocupaciones de la actualidad es el estrés oxidativo, que puede causar daños en tejidos y células. Según los NIH, esta afección que se presenta cuando hay demasiados radicales libres, podría intervenir en el envejecimiento y la inflamación crónica.
En la investigación antes citada destacan al betabel como una de las hortalizas con mayor actividad antioxidante. Las betalaínas son el componente estrella.
Las fuentes médicas apuntan que no hay una dosis establecida para el jugo de betabel porque hacen falta investigaciones sobre los efectos adversos. Advierten que el color de la orina y de las heces cambiará temporalmente con la ingesta, pero eso no se traduce en una señal de alerta.
En el caso de personas que toman medicamentos, la recomendación es consultar con un médico sobre las interacciones con los componentes del betabel.
