Durante junio las temperaturas en algunas regiones de Texas alcanzaron los 42 grados Celsius -107°F-.
El verano comenzó hace algunos días, y es bien sabido que los meses más calurosos en esta región son julio y agosto, y las cifras históricas lo confirman, por lo que se podrían esperar temperaturas más altas de las que se han presentado hasta ahora, lo que puede estar relacionado con un cambio en el patrón climático.
Durante junio, el calor, sobre todo en la parte sur de Texas, presentó temperaturas de hasta 42 grados Celsius -107°F-, lo que ocasionó algunos problemas de salud, interrupciones en el suministro de energía y además puso a las ciudades a redoblar esfuerzos para mitigar los riesgos por las altas temperaturas.
Los meteorólogos utilizan modelos conjuntos para determinar un pronóstico para el estado del tiempo, y los que usan durante esta ocasión concluyen que todo el estado de Texas verá temperaturas superiores al promedio durante julio. El promedio de junio, dependiendo de la zona, fue de 32 a 38 grados.
Sin embargo, los modelos también muestran que el sur de Texas solo estará entre 1 y 4 grados por encima del promedio durante dicho mes, mientras que las partes del norte del estado podrían estar entre 3 y 7 grados por encima del promedio.
Por ejemplo, San Antonio tuvo una temperatura promedio durante junio de 35 grados centígrados, y con los datos señalados anteriormente, para julio estiman que podría llegar a los 37°C.
Dado que la alta presión domina el patrón climático en los niveles superiores esta semana, se espera que continúen temperaturas cercanas a los 40 grados todos los días.
Para el fin de semana, los modelos indican que se espera un frente frío débil que se mueve a través de Texas. El frente podría hacer bajar las temperaturas a niveles cercanos a los 32 grados para el domingo, junto con una ligera posibilidad de lluvia. Es probable que las temperaturas también se mantengan entre los 32 y 38 esa semana.
El Centro de Predicción del Clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) pronostica un 85 por ciento de probabilidades de una temporada de huracanes por encima de lo normal, según su reporte de pronósticos de temporada del 26 de mayo que ha resultado muy acertado.
Predice que hay un 70 por ciento de probabilidades de tener entre 17 y 25 tormentas con nombre, de las cuales entre ocho y 13 podrían convertirse en huracanes. De ese total, podría haber entre cuatro y siete huracanes mayores (de categorías 3 a 5).
La mayoría de los huracanes o ciclones que llegan a tierra por las costas del Golfo de México, suelen no afectar más allá de una franja de 100 km al interior aunque las lluvias que ocasionan si representan peligro de inundaciones en otras áreas y en la zona norte de Texas a partir de la línea DFW-Houston ofrece mayores probabilidades de tornados, fenómeno climatológico que prácticamente no es conocido en México.
