La depilación láser es un procedimiento estético utilizado para la eliminación de vello en distintas partes del cuerpo, pero ¿cómo funciona?
Actualmente, la preocupación de la población por verse y sentirse bien les ha llevado a realizar diversos rituales, como el consumo de proteína, hacer ejercicio o someterse a tratamientos estéticos, que han aumentado en demanda.
Uno de los más populares es la depilación láser, que promete eliminar por completo los vellos de cualquier parte del cuerpo que desees, de forma fácil y eficaz, pero ¿realmente funciona y vale la pena?
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido explica que la depilación láser es un procedimiento estético que utiliza un láser potente o luz pulsada intensa (IPL) para eliminar el vello no deseado de algunas zonas del cuerpo.
A diferencia de otros tratamientos cosméticos, la depilación que se realiza con láser no es invasiva, por lo que después de cada sesión no es necesario ningún tipo de reposo o algo que impida realizar tus actividades diarias.
Las principales zonas en las que se suele realizar depilación láser es en:
Para que este procedimiento surta efecto se necesitan de varias sesiones, que tienen una duración entre 15 minutos y una hora o hasta más, dependiendo de la zona a tratar, la cantidad de vello y otros factores a considerar al momento de realizarse este procedimiento.
La depilación láser utiliza un proceso llamado fototermólisis selectiva, que básicamente busca destruir los folículos pilosos de la piel a través de calor focalizado para que, de esta forma, se reduzca la aparición de vello.
“El mecanismo de acción es dirigirse a la melanina en el tallo del cabello, el epitelio folicular y la matriz del cabello mediante la emisión de luz con longitudes de onda que van desde los 600 a los 1200 nanómetros (nm)”, explica un artículo del Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos (National Center for Biotechnology Information por su nombre en inglés).
Esto quiere decir que el calor emitido por el láser deshace las células que tienen pigmento en el vello, que a su vez transfiere calor absorbido por los folículos pilosos y, en consecuencia, los destruye paras evitar su aparición en un futuro.
Cleveland Clinic destaca que, para que el procedimiento funcione, el folículo piloso debe estar en su etapa de crecimiento, que en términos médicos se le denomina anágena.
En caso de que se encuentre en un estadío diferente, se necesitarán de más sesiones, pues el objetivo (melanina del cabello) no está presente al momento de aplicar el láser.
Antes de someterse a una sesión inicial de depilación láser es necesaria una preparación de la piel y el área que se desee tratar, para que no exista ningún tipo de complicación y el procedimiento sea más efectivo.
Por ejemplo, tienes que limitar la depilación con pinzas, cera o rastrillo durante las 6 semanas previas al tratamiento, ya que el láser apunta a las raíces del vello, que se eliminan temporalmente con la cera o las pinzas y, por lo tanto, no habría ‘campo de trabajo’.
También debes evitar la exposición al sol durante esas mismas 6 semanas anteriores, así como las posteriores al tratamiento, pues el llevar la piel bronceada podría provocar quemaduras en la piel por la cantidad de melanina que esta tenga.
Incluso, será prudente que acudas con el especialista que te realizará el procedimiento para consultar qué tipo de medicamentos debes suspender, pues hay algunos, como los anticoagulantes, que pueden entorpecer el resultado.
Jabeen Begun, especialista de WebMD, sugiere recortar un poco el vello pero sin dejar totalmente lisa el área, para que este se asome, pueda absorber el calor del láser y cumplir con su objetivo. “Si el vello es demasiado largo, el procedimiento no funcionará tan eficazmente y tu piel se quemará”, dijo.
Al momento de llegar a tu cita, es posible que el especialista aplique un medicamento anestésico tópico entre 20 y 30 minutos antes del procedimiento para aliviar el dolor que pudieran provocar los pulsos láser, sobre todo si el paciente tiene la piel sensible.
Después de colocar la protección ocular adecuada tanto en el paciente como en el técnico que realizará el procedimiento, se suele aplicar un gel frío o spray de aire refrescante para calmar la superficie a depilar y protegerla de los rayos.
Cuando llega el momento de la depilación, el profesional presiona un dispositivo portátil contra la piel y activan el láser para deshacer los folículos piloso que se encuentran activos y en crecimiento.
Al momento en que se activa el láser, puede sentirse como si una banda elástica le golpeara la piel o la sensación de leves piquetes a lo largo de la sesión, e incluso una sensación de frío provocada por el dispositivo de enfriamiento o el gel, asegura el sitio Mayo Clinic.
También es posible que se produzcan molestias temporales, como enrojecimiento e hinchazón después del procedimiento, aunque esto es temporal y se puede aliviar con compresas de hielo, cremas o lociones antiinflamatorias, de acuerdo con la doctora Jabeen Begum, de WebMD.
El NCBI, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), explica que “en la fase inicial de la terapia de depilación, el mínimo necesario para conseguir resultados adecuados es de 4 a 6 sesiones, espaciadas entre 4 y 6 semanas”.
Cleveland Clinic sugiere que el número de sesiones podría aumentar hasta 8, dependiendo de varios factores que podrían retrasar los resultados de la depilación, como:
Tras la depilación láser, la piel estará más sensible, por lo que una de las principales recomendaciones es evitar la exposición al sol por cualquier motivo, por lo menos, en las primeras cuatro semanas después de la depilación.
Independientemente de que no haya exposición directa o indirecta con los rayos del sol, también se recomienda usar un protector solar con amplio espectro (FPS50+ es lo ideal) el mismo tiempo (4 semanas) en las áreas que se depiló, sugiere la doctora Begum.
