Luis Arce, mandatario de Bolivia, reconoció que el intento de golpe de estado generó tensión y caos político durante varias horas.
El presidente Luis Arce indicó el pasado viernes que el objetivo de los militares que intentaron realizar un golpe de Estado en Bolivia hace apenas dos días era poner al excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, como presidente y que se está investigando la posible participación de la fuerza derecha bolivariana.
Al participar en una entrevista con The Associated Press, el mandatario de Bolivia se mostraba mucho más relajado tras las horas tensas que le tocó vivir el pasado miércoles cuando un grupo de militares asaltó el Palacio Presidencial en La Paz con tres vehículos militares blindados. En uno de ellos iban el entonces comandante Zúñiga y su hombre de confianza.
“Venían y querían tomar el gobierno, ellos mismos lo han dicho”, dijo el presidente de Bolivia.
“El propio Zúñiga declaró que querían tomar el Estado”, añadió.
El día en que ocurrió el intento de golpe de Estado en Bolivia hubo una reunión en la que participaron los militares acusado, oficiales en reserva y personal civil, explicó Arce.
“Se está investigando a los actores y a la gente que estuvo detrás”, añadió.
El intento de golpe fallido del miércoles 26 de junio sumió al país en la tensión y el caos políticos por varias horas, hasta que la cúpula militar fue destituida y reemplazada por nuevos mandos nombrados por el mandatario boliviano.
Hasta el momento hay 21 detenidos, entre ellos tres comandantes de las Fuerzas Armadas. Mientras que el despliegue masivo de uniformados y vehículos militares dejó al menos a 15 personas heridas.
Arce cuestionó a los opositores que han puesto en duda el intento fallido de golpe.
“Al principio, todos dijeron que había que salir a defender la democracia en momentos en que ocurría el golpe, pero cuando vieron nuestra actitud firme y que no nos íbamos, cambian su relato y Zúñiga les da argumentos para que después hablaran de una farsa”, declaró el mandatario, en alusión a los recientes comentarios realizados por el excomandante del Ejército bolivariano, cuándo afirmó que Arce conocía los planes militares.
El presidente Arce aprovechó para cuestionar a sus críticos por supuestamente relegar los asuntos económicos ante las disputas internas en el partido oficialista entre Arce y el expresidente Evo Morales por el control del Movimiento al socialismo (MAS) de cara a las elecciones del próximo año.
“Bolivia tiene una economía que crece, una economía en crisis no crece. Tenemos una de las inflaciones más bajas de la región. Argentina, Chile y otros países tienen inflación, pero no se habla de crisis”, dijo. Lo que hay son “problemas transitorios” como la escasez de dólares y combustibles que “estamos resolviendo”, defendió el mandatario.
“En todas las economías hay problemas, ninguna funciona con piloto automático”, recalcó.
Acerca de los 21 detenidos por su presunta implicación en el intento fallido de golpe y sobre los comentarios de sus familias de que fueron engañados por Zúñiga para participar en el despliegue militar, Luis Arce explicó las investigaciones de este asunto se encuentra en manos de la justicia.
Familiares de algunos uniformados detenidos se mantenían aguardando el pasado viernes en las puertas del centro policial donde permanecían bajo arresto y aprovecharon para señalar que sus parientes son inocentes.
“Tendrán que responder los involucrados, no es un asunto del gobierno”, mencionó.
Reconoció que tiene ‘diferencias con el compañero Evo (Morales)’ a quien llamó el mismo miércoles para advertirle. “Nuestras diferencias tienen que ver sobre quiénes son dueños del instrumento político (MAS): para nosotros son las organizaciones sociales, para Evo él es el dueño y por eso sus ataques” al gobierno.
Pero el día del despliegue militar le avisó: “Venían por mí y le llamé para decirle que después iban por él y que se ponga a buen recaudo”, mencionó Arce.
Mucha se gente se dirigió ese día a los mercados para abastecerse de alimentos y a los cajeros para obtener efectivo, debido a que existe el temor de que la crisis en Bolivia se prolongue. Sin embrago, pocas personas salieron a la calle a defender al Gobierno.
Arce calificó de ‘normal’ la reacción de los bolivianos, debido a que un golpe de Estado genera miedo en la gente. Y recordó lo ocurrido durante la crisis política de 2019 tras unas elecciones denunciadas como fraudulentas que provocaron un estallido social con 36 muertos que obligó a renunciar a Morales.
