En la década de los cincuenta se conocieron Flor Silvestre y Antonio Aguilar, quienes inevitablemente se casaron y formaron juntos la dinastía Aguilar.
Después de muchos años, Christian Nodal y Ángela Aguilar hicieron realidad su historia de amor y lo compartieron ‘a los cuatro vientos’, sin embargo, esto generó una polémica que ha escalado hasta los rumores de boda que se difundieron en redes sociales y algunos medios.
Esta relación provocó que algunos internautas revivieran la de Flor Silvestre y Antonio Aguilar, los fundadores de la dinastía Aguilar que, hasta ahora, figura como una de las familias con más tradición musical en México.
En la década de los cincuenta, Guillermina Jiménez Chabolla, mejor conocida como Flor Silvestre, era una reconocida actriz y cantante. José Pascual Antonio Aguilar Barraza, conocido simplemente como Antonio Aguilar, estaba iniciando su trayectoria en la música.
Se conocieron en 1950, cuando él cantaba en Increíble pero cierto, un programa radiofónico de Flor Silvestre en la XEW y donde lo presentaron como ‘Toni’ Aguilar, e inicialmente su relación fue meramente laboral.
Cuando Flor Silvestre y Antonio Aguilar se conocieron, ella tenía una relación con un famoso locutor de radio.
Posteriormente trabajaron juntos en La huella del chacal (1955), y para este entonces ambos tenían una amistad que, con el paso del tiempo, empezó a crecer hasta desarrollar sentimientos románticos uno por el otro. Cabe destacar que ambos ya eran casados.
Flor Silvestre, cuando se encontraba en pleno apogeo de su carrera, mantuvo una relación con el famoso locutor de radio Francisco Rubiales Calvo, mejor conocido como Paco Malgesto. Se casaron alrededor de 1953.
Juntos tuvieron a sus hijos Francisco y Marcela Rubiales, aunque su relación se desgastó rápidamente y estuvo manchada de acusaciones de infidelidad que ambos habrían cometido, según las versiones que cada uno dio en su momento, así como señalamientos de violencia doméstica.
Se separaron en 1958, y mantuvieron discusiones relacionadas con la patria potestad de sus hijos. Malgesto se quedó con ellos y no le permitía a la actriz y cantante verlos, tenía que hacerlo a escondidas, por lo que su relación con ellos fue complicada.
A mediados de 1950, Antonio Aguilar conoció a la bailarina y actriz Otilia Larrañaga Villarreal, con la que se casó y compartió escena en películas como Mi papá tuvo la culpa (1953) y Reventa de esclavas (1954).
Poco se conoce sobre la relación que tenían ambos, solo se sabe que se casaron en 1958 y su divorcio ocurrió apenas un año después, en 1959, pues Aguilar ya estaba enamorado de Flor Silvestre.
En una ocasión, la cantante de ‘Mi destino fue quererte’ reveló que el primer matrimonio de Antonio Aguilar fue por despecho. “Claro, yo ya tenía tiempo separada y él casi no vivió con su mujer. Más bien él se casó por despecho un día que nos enojamos, pero no vivió con ella”, reveló la mamá de Pepe Aguilar.
La relación sentimental entre ambos artistas inició durante el rodaje de la película La rebelión de la sierra en 1957, misma en la que compartieron créditos cuando ambos ya estaban casados con sus respectivas parejas.
“Entonces descubrí en ella su sentimiento, su sentir, su limpieza, su hermosura por dentro y por fuera, su manera de pensar, su sentimentalismo, su delicadeza, su femineidad y no tuve más remedio que enamorarme de ella”, dijo en una ocasión Antonio Aguilar, de acuerdo con el periodista Arturo Rivera Ruiz.
Se casaron por el civil el 29 de octubre de 1959, y la boda religiosa se llevó más de 30 años después, cuando ya habían formado una familia y ambos lograron anular sus matrimonios anteriores.
Duraron casados 48 años aproximadamente, pues Antonio Aguilar falleció en 2007 después de algunas complicaciones respiratorias. Flor Silvestre murió en 2020.
Se convirtieron en una de las parejas más sólidas de la música y espectáculo en México. Ambos formaron a la dinastía Aguilar, conformada por sus dos hijos, Antonio Jr. y Pepe Aguilar, y la descendencia de ambos, incluyendo a Ángela Aguilar.
