Recorre las sinuosas calles de Mecina Bombarón, donde se conserva el legado de la ocupación musulmana en Granada, rodeado de un paisaje natural lleno de historia
A orillas del río y con puentes colgantes: la ruta de senderismo en Granada que sigue el sendero de un tranvía
En el corazón de la Alpujarra de la Sierra granadina, una región conocida por su singular combinación de historia, paisaje y arquitectura, se encuentra la Ruta de las Acequias de Mecina Bombarón. Este recorrido circular invita a los senderistas a explorar un entorno donde la riqueza natural se encuentra en armonía. La senda, que destaca por su accesibilidad y su conexión con el pasado, se ha convertido en un atractivo para quienes buscan combinar actividad física con una inmersión cultural.
La Alpujarra, situada en la vertiente sur de Sierra Nevada, es una de las zonas más emblemáticas de Andalucía, famosa por sus pueblos encalados, sus paisajes de montaña y las tradiciones que aún perviven en sus comunidades. En este contexto, las acequias representan un legado tangible de la ocupación musulmana en la península, que se remonta a varios siglos atrás. Estas estructuras no solo permitieron transformar un terreno montañoso en una región apta para la agricultura, sino que también son testimonio de un conocimiento técnico que marcó el desarrollo de esta área.
La Ruta de las Acequias se presenta como una oportunidad para explorar este legado mientras se recorre un entorno que combina vistas panorámicas, bosques y cursos de agua. Mecina Bombarón, el punto de inicio y final del trayecto, es un pequeño núcleo que conserva la esencia de la Alpujarra tradicional, con calles estrechas, casas blancas y una tranquilidad que invita al visitante a detenerse y contemplar su entorno antes de emprender el camino.
El trazado sigue el curso de varias estructuras hidráulicas que han estado en uso durante siglos. Estas acequias, construidas con piedra y tierra, aprovechan la pendiente natural del terreno para distribuir el agua procedente de los deshielos de Sierra Nevada hacia los cultivos en las laderas. Durante el recorrido, los senderistas tienen la oportunidad de observar cómo estos sistemas aún funcionan, manteniendo viva una tradición agrícola que ha dado forma al paisaje de la Alpujarra.
A lo largo de los aproximadamente 9 kilómetros, el camino señalizado por marcas blancas y amarillas que aparecen señalizadas como Sendero Acequia Alta, atraviesa zonas de vegetación autóctona, incluyendo castaños centenarios. El itinerario de este sendero tiene una duración cercana a las 2,5 horas y una dificultad sencilla, lo que la hace apta para todo tipo de excursionistas. Estos bosques, que ofrecen sombra y frescor en los meses cálidos, son el hábitat de diversas especies de aves y pequeños mamíferos. Además, el constante sonido del agua que fluye por las acequias acompaña al caminante, creando un ambiente que contrasta con el silencio de las montañas circundantes.
El sendero sigue avanzando entre la gran diversidad de flora hasta llegar al río Mecina. Un puente pequeño facilita el cruce hacia la orilla opuesta, donde la senda continúa a lo largo del río. En este tramo, se puede disfrutar de algunos de los paisajes más impresionantes del recorrido, rodeados de un bosque frondoso y con impresionantes cascadas y hermosas pozas que enriquecen el paisaje de la Acequia Alta.
A su vez, también pasa por puntos de interés histórico y cultural. En algunos tramos, es posible identificar restos de molinos hidráulicos que utilizaban la fuerza del agua para moler grano, así como pequeñas construcciones que servían como refugio para los agricultores. Estos elementos, integrados en el paisaje, ofrecen una visión de cómo las comunidades locales han interactuado con su entorno a lo largo del tiempo.
El pueblo de Mecina Bombarón, situado en el municipio de Alpujarra de la Sierra, es un lugar donde las tradiciones aún marcan el ritmo de la vida cotidiana. Este núcleo conserva una arquitectura típica de la región, con casas blancas de tejados planos adaptados al clima y al entorno montañoso.
A lo largo de varios kilómetros, los visitantes pueden descubrir un legado que conecta generaciones y que sigue siendo relevante para las comunidades locales. Al finalizar el recorrido, la sensación no es solo la de haber completado una caminata, sino también la de haber aprendido sobre una región que combina tradición e innovación en cada rincón.
Esta ruta se perfila como una opción ideal para quienes deseen comenzar el año explorando un entorno que une el pasado y el presente en una experiencia única. Desde Mecina Bombarón hasta los parajes que lo rodean, la Alpujarra ofrece un testimonio vivo de cómo las comunidades humanas han logrado adaptarse a su entorno, dejando un legado que sigue inspirando a quienes lo visitan.
