La sentencia retira una sanción al youtuber pero confirma la acusación de Hacienda de que su sociedad Snofokk SL canalizó de forma irregular sus ingresos entre 2015 y 2016, pagando de menos en el IRPF de esos dos años
Archivo - La Justicia certifica que El Rubius usó una sociedad para pagar menos impuestos y le multa con 23.000 euros
Una sentencia de la Audiencia Nacional ha confirmado que el youtuber con millones de seguidores El Rubius y su empresa no tributaron correctamente los tres millones de euros que ingresó su sociedad entre 2015 y 2016, cuando estaba entre los diez 'influencers' con más seguidores de YouTube a nivel mundial. Como ya han dicho otros tribunales en ocasiones anteriores, los jueces le dan la razón parcialmente y le retiran una sanción, pero certifican que su empresa canalizó de forma incorrecta sus ingresos, pagando menos por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Rubén Doblas, conocido como El Rubius, es uno de los 'influencers' más relevantes de España con más de una década de trayectoria en YouTube y otras redes sociales. En 2013 se convirtió en el primer youtuber español en superar el millón de suscriptores y, tres años más tarde, en 2016, superaba la cifra de 20 millones de seguidores en esta red social, a los que él denominaba “criaturitas del señor”, y se ubicaba entre los creadores de contenidos con más fans a nivel mundial.
Los ingresos del joven fueron creciendo a medida que aumentaban también los millones de personas que veían cada uno de sus vídeos. Y empezó a canalizar sus ingresos a través de una sociedad llamada Snofokk SL. Hacienda, como sucede desde hace años con otras personalidades del ámbito de la comunicación o del mundo audiovisual, puso la lupa sobre sus declaraciones fiscales y descubrió que, durante varios periodos, había tributado sus ganancias de forma errónea.
Tal y como reveló elDiario.es, las primeras resoluciones que dieron la razón a Hacienda llegaron del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Fueron sentencias sobre el IRPF del youtuber y el Impuesto de Sociedades de su empresa en 2013 y 2014, años en los que su carrera empezaba a despuntar. Los jueces concluyeron que su sociedad Snofokk canalizó todos sus ingresos y después pagó una parte al youtuber. El resultado: El Rubius pagó de menos en esos años por el IRPF, más gravoso que el Impuesto de Sociedades que había pagado su empresa.
En esas primeras sentencias el TSJM certificó que tendría que haber pagado personalmente 50.000 euros más a las arcas públicas. Pero la inspección tributaria siguió y Hacienda se adentró en sus cuentas de 2015 y 2016, años en los que los ingresos de su empresa aumentaron exponencialmente: en 2015 declaró 938.000 euros y, un año más tarde, dos millones. De ese dinero El Rubius facturó a su propia empresa 459.000 euros el primer año y 807.000, el segundo. En ambos casos se trata de la mitad o menos del dinero que en realidad había generado.
En una sentencia todavía recurrible a la que ha tenido acceso elDiario.es, la Audiencia Nacional ha confirmado este criterio de la Agencia Tributaria y entiende que su empresa era, en realidad, una sociedad que se limitaba a canalizar su trabajo, sin el cual la propia empresa no tenía sentido ni aportaba nada añadido. Los jueces estiman parcialmente el recurso del youtuber y acceden a eliminar una multa que le impuso Hacienda bajo la acusación de no aportar toda la documentación que le había sido requerida.
Los jueces de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional recuerdan que tres sentencias anteriores de otro tribunal, el Superior de Justicia de Madrid, ya examinaron la estructura societaria que usaba El Rubius para canalizar sus ingresos y llegaron a una conclusión: que su empresa, al menos en ese momento, “carece de medios materiales y humanos y no añadía valor alguno”. Todo el dinero venía por una “actividad personalísima” del youtuber y Snofokk SL solo aportaba una cosa: tributar una parte de sus ganancias por el más benévolo Impuesto de Sociedades.
Rubén Doblas era el socio mayoritario de la empresa al 98,7% y el resto se repartía entre dos familiares encargados, entre otras cosas, de labores de gestión administrativa, 'merchandising' o su relación con los medios de comunicación. “No aportan un valor añadido relevante”, zanjó Hacienda y confirman ahora los jueces. Ni los contratos, ni los ingresos por sus vídeos, ni tampoco sus ingresos por los libros que publicó esos años se pueden explicar, añade, sin la figura de El Rubius.
Como es habitual en este tipo de procesos, la sentencia explica que en paralelo a la inspección de su IRPF pagado de forma personal hay otra analizando los pagos del Impuesto de Sociedades de su empresa. Esto implica que, por el momento, no existe una resolución firme sobre cuánto dinero pagó de menos El Rubius en su IRPF de 2015 y 2016.
Haciéndose eco de los argumentos de la Agencia Tributaria, la sentencia sí concluye que la empresa pagó al youtuber mucho menos dinero del que en realidad generó su actividad esos dos años, cuando era uno de los 'influencers' más reconocidos a nivel mundial. La cuantía del recurso fue fijada por los jueces en más de 926.000 euros y explica que, por ejemplo, en 2016 su empresa ingresó más de dos millones de euros, pero solo le pagó 807.000 cuando tendría que haberle abonado un millón más sobre la base del precio de mercado de su actividad.
Son argumentos idénticos a los desplegados por el TSJM cuando el youtuber, residente en Andorra –donde los impuestos son más bajos– desde hace cuatro años como otros 'influencers' españoles, intentó combatir otras liquidaciones y sanciones desfavorables. A finales de 2022, hasta tres sentencias relativas a su empresa y sus declaraciones fiscales personales de 2013 y 2014 obligaron a El Rubius a pagar más de 50.000 euros que se había ahorrado en IRPF, además de pagar una sanción de 23.000 euros por intentar engañar a las arcas públicas.
Este criterio de Hacienda sobre el uso de sociedades para reducir la factura fiscal en caso de que la empresa no tenga más misión que precisamente canalizar el dinero, obtuvo el visto bueno del Tribunal Supremo a mediados de 2023 cuando los jueces confirmaron que el locutor Carlos Herrera también había tributado erróneamente sus ganancias entre 2006 y 2007 usando una “sociedad pantalla”, tal y como reveló elDiario.es.
