Existen prácticamente tantos roscones como supermercados, pero estos son los diez roscones rellenos más baratos
El mejor roscón de Reyes artesano de Madrid se prepara en una pastelería centenaria de Salesas
Para muchos, el roscón de Reyes es el dulce navideño por excelencia. Estamos en la recta final de esta festividad, el 6 de enero, conocido de forma popular como día de los Reyes Magos. Considerado como un día para reunirse por última vez durante las vacaciones antes de retomar de nuevo las rutinas, también puede ser un pretexto para comer cantidades copiosas de roscón.
Como con cualquier dulce, siempre es preferible adquirir el roscón en tu pastelería local de confianza. Pero en ocasiones, el tiempo o el bolsillo no acompañan y no podemos adquirir uno de estos dulces de forma artesanal. Cada vez más supermercados venden su propio roscón. Algunos se han lanzado a innovar con este bollo, y hasta han sacado una versión rellena de helado para el verano.
En el caso de que busques en el supermercado un roscón para estas fechas, hay distintas cosas que debes tener en cuenta. El etiquetado puede darte muchas pistas sobre si el bollo que estás adquiriendo es de una calidad aceptable. Presta atención para así poder adquirir el mejor roscón de supermercado:
Como hemos hablado, existen muchos factores que hacen que un roscón sea bueno o malo. En lo que respecta al bolsillo, solo hay que tener en cuenta el precio. Existen prácticamente tantos roscones como supermercados, pero estos son los diez roscones rellenos más asequibles (según los precios que figuran en sus páginas web). Ten en cuenta que, a lo largo de estos días, los precios de algunos de ellos pueden variar.
Cuando eres celíaco, comprar un roscón a precio accesible puede ser toda una odisea. Cada vez más supermercados se suman a incluir en su catálogo roscones sin gluten. Si eres celíaco, recuerda vigilar siempre el etiquetado y asegúrate de que los dulces que consumas tengan el sello que indican que no contienen gluten. Estos son los cuatro roscones de nata, sin gluten y de supermercado más baratos:
Parece que la tradición de comer este dulce se remonta a tiempos de la Antigua Roma. Contrario a lo que pueda parecer, podría estar vinculado una costumbre pagana: las Saturnales, unas festividades que se celebraban el 17 de diciembre en honor al dios Saturno. Se trata de las pocas fiestas de la época donde se relajaban los roles sociales, por lo que participaban individuos de todos los estratos sociales, incluidos los esclavos. Durante las Saturnales las personas de los estratos más bajos consumían, entre otros dulces, una torta con miel. Posteriormente, se le incorporaría una tradición que ha sobrevivido a nuestros días, la de introducirle un haba.
En el medievo, desaparecidas las Saturnales, parece que la tradición se mantuvo en algunas regiones de España. El título para los que encontrasen el haba (denominado en época medieval 'Rey de la Faba') pasó a destinarse a los más pequeños. Otra tradición de comer una torta en estas fechas apareció en Al-Ándalus, aunque se desconoce si está relacionada con el roscón primigenio. No se introdujeron premios monetarios hasta en el reinado de Luis XV, y cuando la costumbre se generalizó en España, Felipe V también incluiría monedas en sus roscones.
Que el haba tenga una connotación negativa es relativamente reciente. En el siglo XIX se introdujo la idea de que la persona a la que le tocaba el haba debía pagar el roscón. De ahí surgió la expresión de “tontolaba” derivada de “tonto del haba”. También en esta época se cambian las monedas por figuritas, aunque en algunas casa aún perdura la tradición de meter dinero en el roscón.