Micaela Flores Amaya comenzó bailando desde muy joven y fueron sus amistades artistas quienes la animaron a desarrollar su particular estilo a la pintura
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La bailaora y pintora Micaela Flores Amaya, conocida como La Chunga, leyenda de los tablaos flamencos en los 60, amiga de grandes escritores y artistas del siglo XX, pintora de género naif y actriz de varias películas, ha muerto a los 86 años. La noticia la ha confirmado su hijo al programa de televisión Y ahora, Sonsoles este viernes.
La artista estaba enferma de un cáncer diagnósticado en 2011 y vivía en una residencia. Su hijo, Luis Gonzalvo, ha confirmado que la bailaora llevaba días “entrando y saliendo del hospital”.
Nacida en Marsella en 1938 de familia gitana, andaluces emigrantes a Francia, empezó a bailar en los locales del Raval de Barcelona, ciudad a la que se había trasladado siendo aún bebé. Una de las características de su baile era hacerlo descalza. Fue descubierta por el pintor Francisco Rebés, para quien trabajaba como modelo, quien le ayudó a adquirir fama como bailaora y le animó a desarrollar su estilo pictórico. “Con el baile yo salí de la pobreza”, dijo en una entrevista a la revista Vanity Fair en 2018, con motivo de una exposición de su obra en el bar Cock de Madrid. La artista explicó que fue en los descansos de las largas horas de pensado cuando cogió los pinceles y se dio cuenta que se podía expresar de esa manera. Su primera exposición tuvo lugar en la galería Maruani de París en 1964, cuando tenía solo 16 años. Cuando dejó de bailar, en los años 90, se dedicó plenamente a la pintura.
Fue amiga de escritores como Blas de Otero, Rafael Alberti, José Manuel Caballero Bonald o León Felipe y de pintores como Picasso, a quien se lo presentó Luis Miguel Dominguín, Miró, Guinovart o Dalí. Picasso definió su arte como “naif luminoso” y dijo de ella: “He necesitado 70 años para hacer lo que hace esta chiquilla”. De su encuentro con Dalí surgió una pintura que él le hizo realizar impregnándose los pies de óleo y bailando sobre el lienzo.
También probó suerte con la interpretación, en algunos casos gracias a la mediación de su amiga, la actriz Ava Gardner, que residió en España. La Chunga participó en la película de José María Forqué De espaldas a la puerta (1959), El último verano (1961) de Juan Bosch, Ley de raza (1969) de José Luis Gonzalvo y Nosferatu en Venecia (1988) de Augusto Caminito, protagonizada por Klaus Kinski.
Con uno de estos directores, José Luis Gonzalvo, se casó en 1966, tuvo tres hijos y se separó en 1978.
