Las juntas de goma entre azulejos pueden ennegrecerse con el paso del tiempo y la humedad, aunque sanearlas es sencillo gracias a dos materiales clave
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Durante el cuidado diario de baños y cocinas en el hogar, es posible apreciar un inconveniente tedioso y difícil de retirar, el moho negro. Este se origina principalmente en las juntas de goma que dividen los azulejos de algunas de las habitaciones de la casa, sobre todo en aquellas con más humedad, ya que la falta de ventilación y la exposición a diferentes temperaturas es el caldo de cultivo perfecto para su aparición.
A la hora de retirar el moho negro de baños y cocinas, existen varios métodos recomendables que permitirán dejar las juntas de goma como recién instaladas. Sin embargo, para atajar el problema también conviene conocer algunas de sus características, como el porqué de su origen o la importancia de retirarlo lo antes posible.
Conocer los trucos más sencillos y efectivos puede ser clave para resolver la tarea con facilidad. Por ello, esto es todo lo que debes saber:
El moho negro de las juntas de goma se origina principalmente en baños, cocinas y otras zonas con azulejos. El desarrollo de este se debe a varios factores, aunque uno de los motivos por los que este contratiempo es tan común en dichas habitaciones es la humedad constante -como la proveniente de duchas o fregaderos-, originada cuando el agua se acumula en las juntas.
De la misma manera, la falta de ventilación, así como la humedad que no termina de secarse, algunos residuos y condiciones ambientales favorables, al tratarse de ambientes algo oscuros -principalmente en baños, ya que en ocasiones no cuentan con ventanas-, son clave para la aparición de este contratiempo.
Para retirar el moho negro de las juntas de tu hogar es importante comenzar con una limpieza preliminar. Para ello, frota las mismas con un cepillo de cerdas suaves -o un cepillo de dientes viejo- para retirar cualquier acumulación de suciedad en la superficie.
A continuación, mezcla agua tibia con unas gotas de detergente lavaplatos y pasa una esponja por las juntas para eliminar residuos adheridos como jabón o grasa. Una vez llevadas a cabo estas tareas, será posible comenzar con el resto del tratamiento.
El truco sencillo y efectivo para quitar el moho negro de las juntas radica en la mezcla de dos de los productos más comunes en el hogar: bicarbonato de sodio y agua oxigenada. De esta manera, mezcla ambos ingredientes hasta obtener una pasta espesa en una proporción de tres partes de bicarbonato por una de agua oxigenada. Estos materiales son eficaces gracias a las capacidades abrasivas suaves y propiedades blanqueantes de la mezcla.
Para aplicar la misma, limpia el cepillo de cerdas suaves utilizado en el prelavado y úsalo para impregnar con la pasta todas las juntas de goma entre azulejos dañadas con moho negro. Es importante asegurarse de cubrir completamente las zonas dañadas.
Tras ello, deja que la mezcla actúe durante al menos un cuarto de hora. En este tiempo, los ingredientes penetrarán en la superficie, descomponiendo las manchas y saneando las zonas por completo. Una vez pasado el tiempo, frota las juntas repetidamente hasta eliminar cualquier rastro de moho negro de la zona.
Para finalizar, enjuaga la zona con agua limpia o friégala si es posible para retirar todos los excesos de pasta de bicarbonato y moho. Si durante el proceso el agua se ensucia mucho, deséchala y utiliza una nueva para evitar propagar el moho. Una vez no queden restos, pasa un paño de microfibra por todas las superficies para retirar gran parte de la humedad y deja que la zona seque completamente aireándola lo máximo posible.
Eliminar este contratiempo lo antes posible es recomendable por varios motivos. Atajar el problema nada más ser detectado puede evitar riesgos en la salud como el desarrollo de problemas respiratorios. Además, el moho negro da un aspecto descuidado y antihigiénico a la casa, contribuyendo negativamente en la estética del hogar.
Por otro lado, mantener las juntas libres de moho puede contribuir a que estas duren mucho más tiempo, evitando futuros costes de reparaciones o rejunteo, así como posibles filtraciones entre juntas derivadas del desgaste prolongado de las mismas.
