Alcolecha, a las faldas de la Sierra de Aitana, es uno de esos lugares que invitan a la desconexión, a dar paseos por sus calles de estilo medieval y en un entorno natural repleto de senderos
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A las puertas de la impresionante Sierra de Aitana, Alcolecha (provincia de Alicante) se presenta al visitante como un tesoro rural en medio de las montañas. En sus apenas 14 kilómetros concentra una gran belleza natural e invita a pasar unos días de desconexión y sosiego. Sus calles empedradas y casi siempre en cuesta y sus casas de un blanco impoluto decoradas con flores de vivos colores en balcones y ventanas recuerdan un pasado morisco que ha dejado su huella en la localidad.
Alcolecha, Alcoleja en valenciano, pasó a ser patrimonio de los marqueses de Malferit en 1547. Si paseas por el núcleo antiguo del municipio todavía puedes contemplar parte de su palacio, como la torre. La huella de su pasado musulmán ha quedado impresa en muchas de sus calles y rincones, que están repletos de encanto.
Si a solo cuatro días de que termine el año, ya estás saturado de luces y altavoces repitiendo villancicos, abetos navideños gigantes y reclamos comerciales a cada esquina, escoger Alcolecha para pasar unos días puede ser una idea maravillosa para alejarte un poco de la ciudad y el ruido.
Eso sí, echa en la maleta ropa de abrigo. Su situación, a las faldas de la Sierra de Aitana, da mucho juego para hacer rutas de senderismo y paseos en plena naturaleza, pero prepárate para pasar frío, incluso es posible que veas caer algo de nieve. No pasa todos los años, pero sí es frecuente que se den algunos días de heladas y que las calles se tiñan de blanco, lo que atrae a muchos visitantes de los pueblos de alrededor, sobre todo, los costeros como la Vila Joiosa, que está a tan solo 30 kilómetros de distancia.
La temperatura media en Alcolecha es de unos 13º. El mes más caluroso es junio, cuando se sobrepasan los 24º, y entre diciembre y enero se registran los días más fríos, con bajadas hasta los 6º.
Si acabas de llegar a Alcolecha y tienes que planear un paseo por la localidad puedes empezarlo por la Iglesia parroquial de San Roque, patrón de Alcolecha. Su campanario es una de las señas de identidad del pueblo.
El origen de Alcolecha se dice que tiene que ver con una alquería morisca, 'Al-Coleya', donde los árabes emplazaron una torre defensiva. Se cree que sobre sus ruinas se construyó la torre posterior del Palacio de Malferit, en el siglo XVII.
El paseo por la localidad no es muy largo, y no pueden faltar el carrer Nou (la calle Nueva), el de San Miguel o San Joaquín. Y otra iglesia parroquial, la de San Vicente Ferrer, que data de 1788, tal y como se puede apreciar en un grabado que encontramos en uno de sus sillares. El templo es de planta rectangular y nave única. En los laterales se disponen varias capillas y la ornamentación se inspira en el estilo neoclásico.
Si lo que realmente te apetece es calzarte las botas y perderte en un entorno natural, estás en el lugar indicado. Una que no puedes perderte es la del paso montañoso del Puerto de Tudons, desde donde disfrutarás de unas vistas espectaculares de los alrededores. Es un recorrido de dificultad moderada, así que se puede planear para hacer en familia. Y es una oportunidad de oro también para contemplar la flora y fauna de la Sierra de Aitana, parte del sistema Prebético. Su pico alcanza los 1.558 metros de altitud.
Otra ruta que no puedes dejar de hacer (en especial si nunca has visto uno) es la de los Pozos de Nieve, donde se almacenaba hielo entre los siglos XIV y XIX. Por su situación y las temperaturas y heladas invernales, es una de las zonas de la Comunitat Valenciana donde más neveros se construyeron.
En sus inmediaciones, podrás disfrutar de paisajes entre barrancos serpenteados por el curso del río Frainos, conocido en la zona como el Penáguila o el Alcolecha, por la cercanía de estas localidades. En las afueras de Alcolecha encontramos, además, grandes extensiones de campos de almendros, olivos y otros frutales, parte fundamental de su economía junto con el turismo rural activo.
En la zona hay tres microrreservas naturales de flora: el Runar dels Teixos, la Penya de la Font Vella y el Passet de la Rabosa, las tres son Lugar de Interés Comunitario (LIC).
Entre la fauna típica podemos encontrar jabalíes, gatos monteses, tejones y zorros, águilas, gavilanes, perdices, búhos y lechuzas, que se pueden avistar de vez en cuando al pasear por sus rutas, aromatizadas por las especies de flora autóctona y con el sonido de fondo de sus múltiples fuentes naturales.
Llegar a Alcolecha es tarea fácil, aunque deberás circular por carreteras locales. Desde Alicante solo tienes una hora de trayecto, por la A7 dirección Alcoy, donde se creó durante la invasión árabe a la Península la primera medina islámica de la comarca de L´Alcoià y que es famosa en la actualidad precisamente por sus fiestas de Moros y Cristianos. Desde Valencia, el trayecto es de hora y media aproximadamente.
A 740 metros sobre el nivel del mar, Alcolecha se sitúa entre las comarcas de El Comtat y la Marina Baixa. Al norte limita con la localidad de Benasau; con Sella, al sur; con Penáguila, al oeste, y al este, con Confrides.
