El president se proponer liderar un Govern "estable y predecible" en su primer debate de política general y defiende acabar con la "confrontación esteril" con las instituciones del Estado
Los Comuns toman el pulso a su relación con Illa con una propuesta fiscal para dificultar el casino del Hard Rock
El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha centrado el arranque de su legislatura en la crisis de la vivienda y ha prometido ante el Parlament una colosal inversión para construir vivienda pública, con 1.100 millones anuales. Según sus cálculos, esta cifra permitiría a la Generalitat conseguir hasta 50.000 nuevos domicilios públicos en el año 2030, lo que supondrá un empujón muy importante en el parque público catalán. La cifra es, de hecho, muy similar a la pactada con los Comuns en el acuerdo para la investidura de Illa.
Se trata, según ha explicado el president, de la “mayor movilización de recursos públicos hecha nunca por una comunidad autónoma en materia de vivienda”, lo que situaría a Catalunya como un referente en esta materia. Además, vendría acompañada de una reserva de suelo público para poner a disposición de los municipios, un nuevo impulso a la colaboración público-privada y más ayudas para el acceso a la vivienda.
“La situación actual en la vivienda es insostenible. El acceso a la vivienda, sobre todo de los jóvenes, es un deber de pais. Todos tenemos que pasar de las palabras a los hechos, el Govern el primero”, ha asegurado Illa, en un discurso de arranque del debate de política general en el Parlament muy centrado en las cuestiones económicas.
El debate sobre la vivienda es uno de los temas candentes, no solo en Catalunya, debido al aumento de los precios del alquiler y las dificultades para acceder a las hipotecas. El propio Govern de Illa ha ofrecido este mismo martes los datos actualizados de la aplicación de la ley de vivienda en la comunidad, donde se ha registrado por primera vez en casi tres años una reducción del precio del alquiler en aquellos municipios donde se ha aplicado.
Fiel a su tono enemigo de las sorpresas, Illa ha reivindicado ante la Cámara que el suyo será un gobierno que tendrá como máxima divisa la estabilidad y la predicibilidad. “El Govern que yo presido es pro-prosperidad”, ha ilustrado, “nos preocuparemos de que haya las condiciones para que haya prosperidad y para que ésta sea compartida”. Unas condiciones entre las que el socialista ha citado el respeto por las instituciones y la actitud de colaboración con todas las partes.
En la misma línea, Illa ha cargado contra la “confrontación estéril”, en referencia a la etapa del procés. Según ha defendido, a Catalunya le irá mejor pensando en las posibilidades compartidas que tiene con España.
Illa se ha referido también a la defensa de los servicios públicos, en una semana que ha presentado la ley que pretende acabar con la cita previa obligatoria en la atención ciudadana. El jefe del Govern se ha referido también a la educación, la sanidad, a la labor policial y a las políticas hídricas como otros ámbitos en los que pondrá especial mimo, también inversor, a lo largo del primer año de su mandato.
“Las propuestas de este Govern están alineados con el informe Draghi”, ha asegurado Illa, que sin embargo ha citado solo en la parte sectorial las apuesta industrial y por la economía verde. El president sí ha asegurado que su apuesta es por la “mejora” –ha evitado la palabra ampliación– del aeropuerto de El Prat, una de las cuestiones más polémicas que tendrá sobre la mesa. “La dicotomía entre sostenibilidad y progreso se errónea, deben ir de la mano”, ha considerado.
Desde la oficina del president vienen remarcando en los últimos días que la jornada de este martes sería la tercera vez que Illa compareciera ante el pleno, en solo ocho semanas que lleva como president. Remarcan de esta forma la consciencia de Illa de que el suyo es un gobierno en minoría que necesitará consensos parlamentarios para tirar adelante. Durante su comparecencia, Illa ha mostrado además su voluntad de cumplir con los pactos alcanzados tanto con los Comuns como con ERC para su investidura.
“Habrá una nueva financiación para Catalunya en los términos pactados con ERC y con el calendario pactado con ERC”, ha prometido Illa, que se ha referido, sin citar a nadie en particular, a quienes siembran dudas sobre la credibilidad del acuerdo. “Eso pasará”, ha reiterado, aunque ha reconocido que “no será fácil”. “Será más fácil si contamos con un apoyo amplio de esta cámara, que reclamo explícitamente”, ha zanjado.
Esto no ha sido suficiente, sin embargo, para que ERC haga una valoración positiva del discurso de Illa. Al contrario, la portavoz republicana Marta Vilalta ha acusado a Illa de pronunciar un discurso predecible y poco ambicioso. “Parece más una gestoría del Gobierno central que un Gobierno ilusionado con el país”, ha asegurado, tras tachar al socialista de “gris”. “Es imprescindible que aterrice sus compromisos en la realidad, porque el país no vive de palabras amables ni de manos extendidas”, ha asegurado.
Una valoración similar ha hecho Mònica Sales, de Junts, cuando ha cargado contra Illa por anunciar unas medidas que, a su juicio, carecen de credibilidad. La portavoz de Junts ha puesto el ejemplo del anuncio del nuevo parque de viviendas para asegurar que recuerda a los grandes números que ofrece Sánchez y que luego, ha criticado, nunca se concretan.
El PP, por su parte, se ha reivindicado como “la única oposición”, debido a los pactos del PSC y PSOE con el resto de formaciones tanto en el Parlament como el Congreso. El portavoz de los conservadores, Juan Fernández, ha acusado a Illa de “copiar y pegar” las propuestas de los independentista y de ser “responsable directo” de llevar el procés a España.