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Último capítulo de esta mini serie improvisada que venimos haciendo sobre la privatización de la FP. La cuenta que echan los fondos de inversión es sencilla: hay mucha demanda y muy poca oferta (pública). Eso significa oportunidad de negocio. Y han entrado como elefantes en cacharrería.
Es sabido que desde hace unos años los fondos de inversión están comprando centros de Formación Profesional como si no hubiera un mañana. Sus razones tienen. Cada año hay decenas de miles de personas que se quedan fuera de la red pública de FP, un remanente más que bienvenido por la red privada a razón, normalmente, de entre dos y cuatro mil euros anuales.
Hemos estudiado el mercado para averiguar el alcance de este fenómeno. Y, aunque como os decía no da para hablar de sorpresa, la dimensión va más allá de lo que uno esperaba: las principales empresas dedicadas al noble arte de la Formación Profesional pertenecen a fondos de inversión.
El principal es KKR, que se ha hecho con todo un imperio educativo en el país que a través de un holding de empresas extiende sus tentáculos más allá de la FP, también a la Universidad y la formación no reglada. Solo con cursos varios ha ganado casi 90 millones de euros en seis años. Medac y Master D son sus señas de identidad.
Está el suizo Crescendo, que se hizo con el clásico CCC; Miura Fund III es el socio mayoritario de otra empresa pantalla, Edutech Investment Holding, a través de la cual posee e-magister (que factura 35 millones de euros al año) y más empresas formativas en Latinoamérica; Investindustrial compro CEAC a través de otra firma; Q Impact se hizo con Linkia Talentia; IK Partners con Ilerna, también con intermediarias.
No quiero aburriros, pero hay más. Los entramados se suceden, con empresas que cuelgan de otras, sociedades intermedias y grupos de FP que parecerían competencia pero tienen el mismo dueño. Aquí encuentras más detalles de este fenómeno.
Todo esto sucede porque las administraciones no están atacando el problema de la falta de oferta. Nos hemos pasado la vida diciéndole a los jóvenes que hicieran una FP y ahora no les dejamos.
No hace falta ser un experto para pensar que la situación no es ideal. El principal objetivo de un fondo de inversión es ganar dinero, no educar a gente, y sus clientes son sus accionistas, no los estudiantes. Veremos dónde acaba todo esto, espero que no se esté montando una burbuja.
Es el tema de la semana. Los estudiantes de 2º de Bachillerato –y sus profes, aunque ellos desde otro sitio– están hartos porque con un mes de clases a sus espaldas todavía no tienen el modelo de Selectividad para este año. Y, aunque no debería, la realidad es que poner un examen tan importante al final del curso marca, y mucho, lo que en él se hace. Desde ahí se explica el hartazgo estudiantil y que hayan convocado una huelga en protesta este próximo viernes. Solo quieren lo mismo que han tenido sus compañeros otros años.
El problema viene de que este curso se va a realizar el mayor cambio que ha sufrido la Selectividad (Ebau) en 40 años, y está costando sacarlo adelante. El Gobierno ha tardado un par de años en aprobar las líneas básicas que deben aterrizar las comunidades. Los Gobiernos regionales están en ello, en conversaciones con los rectores de universidad, pero el avance es lento.
De todos modos, tampoco es preciso decir que no se sabe “nada” de cómo será la prueba. Algunas cosas sí se conocen:
Y alguna cosa más, que os cuento aquí, incluyendo algunos ejemplos de la única comunidad que ha publicado algo tangible por el momento, Galicia.
Por cierto, relacionado con la Ebau ligeramente, la policía disolvió una primera protesta pacífica de estudiantes (se tiraron huevos a un edificio) en Murcia el pasado viernes poco menos que como si fueran ultras de un equipo de fútbol en plena espiral de violencia callejera.