El 7 de octubre de 2023, los milicianos de Hamás asaltaron un festival de música electrónica a pocos kilómetros de la Franja de Gaza y mataron a más de 350 personas. Fue el lugar del sur de Israel donde hubo más fallecidos durante el ataque
A las 06.30 de la mañana de este lunes, la música volvió a detenerse en el parque a las afueras de la pequeña localidad de Re'im. Hace un año, a esa misma hora, los milicianos de Hamás llegaron al lugar donde se estaba celebrando el festival de música electrónica Nova. Cientos de jóvenes israelíes y de otras nacionalidades llevaban toda la noche del viernes bailando cuando el ruido de los cohetes disparados desde Gaza interrumpió la fiesta.
Al principio, nadie se imaginó que le seguiría un brutal asalto de decenas de hombres armados. En las zonas próximas a la Franja estaban acostumbrados al lanzamiento de proyectiles, a las sirenas que alertan de su llegada y a ponerse a salvo en los refugios. Pero el 7 de octubre de hace un año no sirvió la experiencia ni el refugio junto al aparcamiento, que ahora está cubierto con las fotos y los nombres de las alrededor de 390 víctimas mortales. A día de hoy, aún no hay certeza de cuántos fueron asesinados y cuántos continúan con vida en manos de sus captores.
“Es mi nieto, vino aquí a bailar y lo mataron. Es muy triste”, cuenta a elDiario.es la abuela de Yonathan Mordechai entre lágrimas. “Lo mataron y lo secuestraron, no lo dejaron aquí. No tenemos el cuerpo, no tenemos dónde llorar”, agrega. La anciana relata que era su nieto más mayor, de 21 años entonces, y que había venido al festival con dos amigos desde Tel Aviv ese fin de semana.
“A los otros dos los dejaron y a mi nieto se lo llevaron”, afirma Stella, explicando que, al no encontrar su cuerpo, pensaron que había sido secuestrado. Dos meses después, las autoridades les comunicaron la muerte de Yonathan. “No sé si nos van a traer sus huesos, si nos lo van a traer de vuelta. Si el Ejército lo trae, lo enterraremos y sabremos donde venir a llorar”.
Muchos familiares de las víctimas han llorado hoy a sus seres queridos en el lugar donde fallecieron, en el que hay una foto de cada uno de ellos, junto a los objetos que las familias han ido depositando en los pasados doce meses. No llegan a ser lápidas, pero hay velas y flores, objetos de los fallecidos y la bandera de Israel en cada uno de estos altares.
Los padres, madres, hermanos y hermanas, amigos y vecinos han regresado hoy para recordar el día de hace un año en el que los jóvenes murieron o desaparecieron, y han guardado un minuto de silencio después de que la música parara. En ese momento, el presidente de Israel, Isaac Herzog, ha abrazado a algunos de los parientes y ha denunciado una vez más el atentado de Hamás, en el que murieron en total más de 1.200 personas y 250 fueron secuestradas. Un centenar siguen cautivas a día de hoy.
Las familias también han llevado picnic para pasar varias horas en el sitio del festival Nova: un parque con altos eucaliptos, poco césped y mucha tierra —la misma que cubre las fotos y los objetos de homenaje que se encuentran en un amplio perímetro—. La fuerte presencia de seguridad y el constante vuelo de los helicópteros militares no ha parecido molestar a los parientes en estos momentos dolorosos. Tampoco se han sobresaltado por las explosiones que provenían de la Franja de Gaza y que se han intensificado durante la ceremonia.
Antes del amanecer, se ha podido escuchar a la aviación bombardeando la Franja y el Ejército ha informado en un comunicado que ha golpeado posiciones de lanzamiento de cohetes de Hamás y su infraestructura subterránea; además, ha asegurado que el grupo islamista tenía “intenciones de disparar proyectiles contra territorio israelí” y los militares han “frustrado inmediatamente esa amenaza”. Aún así, varios cohetes han sido lanzados a lo largo de la mañana desde Gaza contra el centro y el sur de Israel, haciendo sonar las sirenas antiaéreas.
Después del minuto de silencio, pasadas las 06.30 de la mañana, los disparos de artillería se han escuchado con más frecuencia y muy próximos, recordando lo cerca que está Gaza de Re'im y, a la vez, lo lejos que se encuentran las víctimas de los dos bandos un año después, con relatos y posturas enfrentadas sobre lo que ocurrió el pasado 7 de octubre y la guerra que Israel lanzó a continuación y por la que el fiscal general de la Corte Penal Internacional ha pedido órdenes de detención internacionales para el primer ministro Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. El castigo colectivo de Israel contra Gaza ha dejado ya cerca de 42.000 muertos.