El Gobierno británico llega a un acuerdo para reconocer la soberanía de las Islas Chagos y mantener la base militar conjunta con Estados Unidos en el atolón Diego García
Alemania, Bélgica y Reino Unido: algunos países que sí han reconocido “crímenes” y “explotación” en su pasado colonial
Después de décadas de disputas y una decisión de la Corte Internacional de Justicia, el Reino Unido ha devuelto a Mauricio el archipiélago de Chagos, en el océano Índico. A cambio, la base militar en el atolón Diego García que gestionan Estados Unidos y el Reino Unido seguirá operando sin que haya disputas sobre su legalidad.
En el archipiélago, colonizado por portugueses, holandeses, franceses y británicos desde el siglo XVI, viven unas 4.000 personas, pero muchos de los habitantes originarios fueron expulsados para la construcción de la base en los años 70. En 2019, la Corte Internacional de Justicia pidió al Reino Unido que dejara el control del archipiélago porque consideró que no había sido separado legalmente de Mauricio en 1968, es decir tres años después de la declaración de independencia de ese país.
La batalla legal la han dado también antiguos habitantes de Diego García, forzados a abandonar el lugar y enviados a las islas Seychelles o a Mauricio. Se estima que hasta unos 2.000 fueron expulsados en lo que abogado y escritor Philippe Sands llama “la última colonia” establecida por el Reino Unido. Se estima que hoy una cincuentena de personas podría querer volver a las islas, aunque el acuerdo probablemente no incluirá el derecho a volver a Diego García, según el diario The Guardian.
El actual Gobierno laborista británico defiende que el acuerdo dará estabilidad legal a la base y ayudará también a la cooperación sobre migración con Mauricio, que es miembro de la Commonwealth británica. Desde 2021, según el Gobierno, habían llegado al archipiélago algunos migrantes “en situación muy vulnerable” que habían solicitado asilo al territorio en poder del Reino Unido.
“Este Gobierno heredó una situación donde la operación segura, a largo plazo en la base militar de Diego García estaba en riesgo, con las disputas sobre soberanía y las querellas en curso”, dijo el ministro de Exteriores británico, David Lammy, este jueves. “El acuerdo de hoy asegura esta base militar para el futuro. Esto reforzará nuestro papel en garantizar la seguridad global, cerrar la posibilidad de que el océano Índico sea una peligrosa ruta migratoria ilegal hacia el Reino Unido, y afianza nuestra larga relación con Mauricio”.
El Gobierno conservador empezó en 2022 las conversaciones para esta devolución, pero no logró cerrar el trato tras una decena de rondas de negociación. El anterior ministro de Exteriores y ahora uno de los candidatos a ser líder del Partido Conservador, James Cleverly, criticó el acuerdo y acusó al Gobierno actual de no ser “patriota”. También lo hicieron sus rivales en plena campaña para el liderazgo, que decidirán los miembros tories a finales de este mes.
Los detalles del acuerdo aún tienen que ser aplicados con la firma de todas las partes, incluida la de Estados Unidos, uno de los países que presionaban al Reino Unido para renunciar a la soberanía. El presidente Joe Biden celebró en un comunicado el “acuerdo histórico” y dijo: “Es la demostración clara de que a través de diplomacia y acuerdos, los países pueden superar dificultades históricas de larga duración para conseguir resultados pacíficos y mutuamente beneficiosos”.