Los conservadores anuncian que no será hasta este martes, durante el pleno extraordinario que decidirá sobre la destitución del presidente del Parlament balear, cuando desvelen cuál será el sentido de su voto
El PP abre la puerta a salvar al ultra Le Senne de su destitución en un pleno que se celebrará en septiembre
La secretaria general del PSIB-PSOE, Francina Armengol, ha considerado que la presidenta del Govern balear, Marga Prohens (PP), será la “menos democrática” de la historia democrática de las islas Baleares si los conservadores no apoyan este martes la moción de remoción contra el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), impulsada después de que éste rompiese en el hemiciclo el retrato de la republicana Aurora Picornell y las conocidas como 'rojas del Molinar', fusiladas por los franquistas la noche de reyes de 1937.
Durante las Jornadas Parlamentarias del PSIB con motivo del inicio del nuevo curso político, la también presidenta del Congreso ha admitido que tiene “pocas esperanzas” de que el PP apoye la remoción y ha considerado que si los populares no lo hacen ya no habrá “vuelta atrás”. A día de hoy, los conservadores continúan sin desvelar cuál será el sentido de su voto: lo anunciarán este mismo martes durante el debate, tal como han informado este lunes.
Armengol ha manifestado que en democracia “importan los hechos y las formas” y se ha mostrado “avergonzada” por el hecho de que Le Senne “destripara” la foto de Aurora Picornell, “mujer emblema de la lucha democrática”.
En el salón de actos del Parlament balear, Armengol ha aseverado así que el curso político legislativo arranca con una “grave crisis institucional” y un “escándalo político de primer nivel”, recriminando que el PP “tiene una situación difícil de defender y, en cualquier caso, sólo lleva inestabilidad y no ayuda a la ciudadanía a poder confiar en las instituciones”.
Asimismo, la líder socialista ha recriminado que los miembros del Govern hayan estado “muy relajados” durante este verano a pesar de estar atravesando una “crisis institucional”.
Cabe recordar que Armengol ofreció a finales de junio los votos socialistas a Prohens para cesar a Le Senne, comprometiéndose con ello a apoyar el nombramiento de un nuevo presidente de la Cámara que sea del PP. La secretaria general del PSIB reunió de forma urgente a la Comisión Ejecutiva Permanente del partido ante la que consideró una situación “de emergencia democrática” en las islas. En su opinión, es “inasumible” el comportamiento llevado a cabo por Le Senne, que motivó que el Gobierno central, la oposición en Balears y las asociaciones de memoria histórica reclamaran de inmediato la dimisión del parlamentario de extrema derecha.
El PP, sin embargo, rechazó la propuesta alegando que “ni el Partido Socialista ni la señora Armengol tienen ninguna credibilidad a la hora de ofrecer sus votos al Partido Popular”, en palabras del portavoz parlamentario popular, Sebastià Sagreras. “Cada vez que el PSIB ha empleado sus votos ha sido para beneficiar a Vox y me atrevo a decir que se retroalimentan”, espetó.
El propio Le Senne se ha mantenido atrincherado en el cargo alegando que cuenta “con el apoyo de la Cámara” al igual que cuando fue nombrado, mientras el PP decidió blindarle en su escaño al recriminar los hechos pero sin instar su cese.
En concreto, esta previsto que este martes a las 10.00 horas se celebre una Junta de Portavoces y que posteriormente dé comienzo el pleno extraordinario que debata y vote la remoción de Le Senne, en este caso presidido por el vicepresidente de la Cámara, Mauricio Rovira (PP). El presidente ultra, por su parte, ocupará uno de los escaños reservados para los miembros de la Mesa.
La convocatoria del pleno extraordinario se acordó por unanimidad en la Diputación Permanente del pasado 7 de agosto, si bien con protestas de la oposición dado que la sesión tendrá lugar dos meses y medio después de la presentación del escrito de remoción y una semana antes de que comience el periodo extraordinario de sesiones. Para que la destitución prospere necesita el sí del PP -no bastaría una abstención- ya que se precisa una mayoría de tres quintos.