Los calcetines blancos son de los más usados, pero también los que más sufren: sin el mantenimiento adecuado se van oscureciendo con el paso del tiempo, hasta adquirir un tono amarillento o grisáceo
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Pertréchate de una cuchilla y de tus conocimientos básicos de química, que hoy vamos a lavar calcetines. Blancos, negros, o de colores, los calcetines son uno de los elementos de nuestro armario a los que más exponemos a daños del exterior. El roce de los zapatos, el agua, el polvo y nuestros propios pies pueden dañar esta prenda de ropa. Pese a todo, un calcetín es más resiliente de lo que parece, y la mayoría de los daños que puedan sufrir tienen remedio.
Antes de comenzar a poner remedio a tus calcetines debes plantearte si el esfuerzo por recuperarlos valdrá la pena, ya sea por el tiempo que te pueda llevar, o por lo fuerte que es tu conciencia frente a la cultura de usar y tirar. Muchos de nuestros consejos ofrecen una solución rápida, pero otros requieren algo más de tiempo.
Cómo blanquear calcetines
Los calcetines blancos son de los más usados, pero también los que más sufren. Sin el mantenimiento adecuado se van oscureciendo con el paso del tiempo, hasta adquirir un tono amarillento o grisáceo. Aunque hay consejos que pueden suponer una solución rápida, ten en cuenta que pueden dañar los tejidos. Recuerdo las fiestas de pijama en casa de mis tíos, que tenían la habilidad de desteñir cada calcetín a un blanco nuclear, ya fuera amarillo, rosa, o azul pastel. Su secreto era un chorro generoso de lejía para la lavadora, que al final acababa resintiendo el tejido del calcetín. A día de hoy conocemos otros trucos que blanquean el calcetín con eficacia pero que son más amables con la tela:
- Percarbonato de sodio: el blanqueador por excelencia, tan eficaz que parece magia. Se vende en droguerías y algunos supermercados a un precio muy económico, que en general no sube de los dos euros. Sigue las instrucciones del fabricante e introduce el producto en el tambor de la lavadora y el cajón del detergente. Tus calcetines y el resto de tus prendas de ropa blanca quedarán como nuevas. Para mayor eficacia, pon los calcetines a remojo con percarbonato y agua.
- Bicarbonato de sodio: introduce tu detergente de confianza y medio cacito de bicarbonato de sodio y añádelo al cajón de la lavadora. No te asustes si comienza a burbujear la mezcla, ya que se trata de una reacción provocada por el bicarbonato.
- Agua oxigenada y lavavajillas: poder oxidante y desengrasante se juntan en esta mezcla. Solo tienes que mezclar ambos ingredientes e impregnar al calcetín. Déjalo actuar una media hora y si no ha eliminado la mancha amarillenta del todo, aplica más y frota el calcetín con suavidad.
Como eliminar bolitas en los calcetines
Sin duda, el peor enemigo de unos calcetines negros o de color oscuro son las bolitas. Estas se generan con el uso, fruto del tejido, que se resiente con la fricción. Para evitar que esto ocurra lo mejor es prevenirlo en la compra. Elige calcetines elásticos pero resistentes. Te recomendamos que frotes el tejido consigo mismo a modo de test de estrés. Si ves que aparecen las primeras bolitas o que el tejido parece comenzar a resentirse, no compres esos calcetines. Si los calcetines ya los tienes en casa, es fácil, aunque a veces metódico, eliminar las bolitas:
- Cuchilla de afeitar: una cuchilla de afeitar gastada puede ser nuestro mejor aliado. Asegúrate de que el filo de la cuchilla esté gastado, pero no oxidado, lo que puede manchar la prenda. Después pásala con cuidado por el calcetín en las zonas donde hay bolitas, estirando bien la tela con los dedos. Verás que poco a poco se irán acumulando las bolitas en una pelusa que deberás tirar más tarde.
- Cinta americana: una tira de cinta americana puede eliminar las bolitas de una. Aplica primero la cinta sobre una superficie resistente y retírala, para que así no sea demasiado agresiva con nuestros calcetines. Después, utilízala con normalidad sobre esta prenda.
- Guante de goma: para tus prendas más delicadas con bolitas, utiliza un guante de goma. Pásalo en repetidas ocasiones por la prenda, siempre de arriba hacia abajo. El contacto de la goma del guante contra las fibras de la ropa arrastrará las pelotillas y serán más fáciles de eliminar con la mano.
Cómo quitar el mal olor a los calcetines
Uno de los peores enemigos de los calcetines no son las manchas, es el mal olor. Podrías llevar unos calcetines amarillentos en las puntas ocultos en nuestras deportivas o zapatos, pero el hedor a calcetín sucio es algo que jamás lograrás disimular. Para evitar el olor en esta prenda de ropa lo ideal es la prevención. Por lo general, los calcetines no acaban oliendo mal por sí solos, debe haber un elemento, ya sea tus pies o tus zapatos, que provoque que huelan mal. Atajar este problema será más sencillo que tratar de eliminar el mal olor de los calcetines de forma cíclica:
- Calzado adecuado: no te aprietes demasiado el calzado. Si te aprietas mucho el zapato tus pies sudarán con una mayor facilidad, lo que puede inducir el mal olor. Tampoco compartas calzado con otras personas ni utilices sus toallas. Estos intercambios de calzado pueden provocar que te acabes llevando bacterias en donde antes no las había y, por lo tanto, empezar otra vez con el mal olor.
- Vinagre de alcohol y limón: el vinagre de alcohol es un producto que suele estar disponible en droguerías y supermercados junto a los friegasuelos. Se trata de un producto versátil que debemos tener en nuestro hogar por sus múltiples aplicaciones, sobre todo enfocadas a la limpieza. No es agresivo con las prendas de ropa y ayuda a suavizarlas al mismo tiempo que permite deshacerse de la suciedad para que luzcan como nuevas, por lo que es una alternativa ideal al suavizante. Para tus calcetines, si mezclas vinagre de alcohol con limón, lograrás una mezcla muy eficaz para neutralizar olores.
- Árbol del té: aplica esto solo en tus calcetines de color negro y lávalos por separado, ya que pueden manchar la ropa. El árbol del té se trata de un aceite esencial de olor potente pero agradable. Pon a remojo tus calcetines con agua y unas gotas de agua del té antes del lavado, verás cómo el mal olor es sustituido por uno muy agradable.