En septiembre del año pasado la catedral de Santiago informó de que se estaban haciendo trabajos de restauración en tres de las capillas del interior del templo. Se trataba fundamentalmente de recuperar policromías ya casi imperceptibles y los retablos. Pero, al desmontar uno de ellos dentro de la intervención, los técnicos se encontraron con otra cosa: una ventana románica que había permanecido oculta. El románico es el estilo original del edificio, aunque en su estampa actual el protagonismo se lo lleve su fachada barroca. El hallazgo ha estado envuelto en la opacidad. El pasado 7 de mayo esta redacción preguntó tanto a un portavoz de la Fundación Catedral como a la Consellería de Cultura de la Xunta por este elemento antiguo recién localizado, pero la respuesta en ambos casos se limitó a señalar que la obras estaban siendo supervisadas y que los resultados se comunicarían más adelante.
Dos semanas después, la Xunta ha informado a través de un escueto comunicado del descubrimiento. En el texto no ofreció apenas datos, únicamente que la ventana está en la capilla del Salvador, tras el retablo, y que fue al desmontarlo para restaurarlo cuando se descubrió. Posteriormente la catedral sí facilitó una fotografía de la visita en la que se aprecia la ventana, con restos de policromías y amplió los datos: es, a falta de informes y estudios definitivos, una de las ventanas originales, proyectada cuando se realizó esta capilla, en el siglo XI. Está en el muro este y en las paredes interiores se conservan restos de pinturas. Los motivos son escudos con decoración a base de flores de lis. La elección se debe, añade, a que esta capilla estaba vinculada al rey de Francia por una fundación de misas mandadas celebrar en 1372 por Carlos V de Valois.
La catedral explica que en esta capilla era donde antiguamente recogían los peregrinos la compostela, la credencial de que han hecho el Camino. Tiene “gran importancia” en la historia constructiva de la catedral: por este espacio se empezó a edificar la catedral románica, en 1075. La fecha aparece en una inscripción en dos de sus capiteles.
En su nota, la Consellería de Cultura explica que en la restauración colaboran la administración autonómica y la Fundación Catedral y que el titular de este departamento del Gobierno gallego, José López Campos, ha hecho una visita para ver la ventana. Lo hizo en compañía del arzobispo, José Prieto, y del director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo. Los técnicos explicaron que están recuperando las pinturas murales y los relieves de piedra. El presupuesto es de 250.000 euros para la intervención de las capillas del Salvador y San Bartolomé.
López Campos defendió la colaboración con la Iglesia católica para el mantenimiento del monumento y para conocerlo más, como ocurre con hallazgos como el de esta ventana románica. Este año está prevista otra partida de 350.000 euros para otra de las capillas de la catedral, la del Cristo de Burgos, con intervenciones que afectan también a la fachada que da al patio de Xelmírez. El Consello de la Xunta aprobó esta misma semana otra aportación que el Gobierno gallego hace anualmente a la Iglesia en Santiago: casi 1,1 millones de euros de fondos públicos para asumir gastos de seguridad de la catedral y la oficina de atención al peregrino.
A principios de este mes, cuando esta redacción preguntó por el hallazgo, tanto la Xunta como la Fundación Catedral aseguraron que los trabajos los estaban haciendo expertos cualificados y estaban siendo supervisados por la Dirección Xeral de Patrimonio. De la intervención había informado la catedral a principios del otoño pasado. Entonces explicó que se iban a restaurar tres de las capillas del deambulatorio: la de San Juan Apóstol, la de San Bartolomé y la del Salvador. Esta última, en la que se ha encontrado la ventana, es la que ocupa la posición central y se levantó en el inicio de la construcción del templo.
En los años anteriores se habían hecho obras en las cubiertas de todas las capillas de la girola para evitar filtraciones y problemas de humedad que les estaban afectando. Una vez terminada esa fase, los trabajos pasaron al interior. En la del Salvador el objetivo es recuperar las policromías de la bóveda -del siglo XVIII, en época barroca- y restaurar el retablo, obra del siglo XVI de piedra caliza, transportada desde Coímbra (Portugal). En la de San Juan la intervención se concentra en el retablo, de estilo barroco; y en la de San Bartolomé, que tiene la traza original románica, también las tareas giran en torno al retablo de piedra y a unos restos de policromía del techo.
