El Gobierno da vía libre al fondo de inversión Zegona para comprar el negocio de Vodafone en España, según ha podido saber elDiario.es. Tras la aprobación de Bruselas y el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la adquisición, valorada en 5.000 millones de dólares, salva el único escollo que le quedaba para salir adelante.
El Ministerio de Transformación Digital llevará al Consejo de Ministros de manera inminente la aprobación definitiva de la operación, a la que solo restan algunos flecos administrativos. El acuerdo incluye una serie de compromisos que deberá adoptar el fondo británico, especializado en inversiones en empresas de tecnología y telecomunicaciones. Estas condiciones tienen que ver con el mantenimiento de las infraestructuras, el empleo y los activos estratégicos que gestiona actualmente Vodafone en España.
La primera de las condiciones que asumirá el fondo será mantener la inversión que hasta ahora ha venido haciendo la operadora para que sus infraestructuras tecnológicas no queden obsoletas ni desactualizadas. Se trata de una prioridad política del Ejecutivo destinada a que España mantenga su posición de liderazgo en materia de telecomunicaciones, con una de las mayores redes de fibra del continente y conexiones que están atrayendo grandes inversiones de gigantes tecnológicos, como Microsoft, Google o IBM.
En este sentido se orienta también la segunda de las condiciones, relativa a la estabilidad en las cifras de activos estratégicos, como torres de telecomunicaciones, que ahora mismo tiene Vodafone.
La última tiene que ver con el empleo, especialmente el que requiere mayor cualificación, que la operadora había creado en España en los últimos años. Uno de los focos es el centro europeo sobre nuevas tecnologías que Vodafone ha establecido en Málaga, cuyo plan era emplear a más de 600 personas cuando estuviera completado. El mantenimiento de este centro de I+D y del resto de centros de trabajo de Vodafone ha sido prioritario para el Ministerio que dirige José Luis Escrivá.
La aceptación de estas tres condiciones por parte de Zegona desbloqueará una operación anunciada el pasado 31 de octubre. El acuerdo entre ambas empresas permite al fondo seguir utilizando la marca Vodafone en España durante una década, pero existían dudas sobre si sus intenciones pasaban por despiezar la operadora e ir vendiéndola por partes.
La operadora, también de procedencia británica, había anunciado a comienzos de 2023 la puesta en revisión de su actividad en España, lo que en el mercado se entendió como una venta total o parcial de las acciones de Vodafone España. Durante años había sido una división deficitaria, con importantes problemas para competir en el sector comercial con las operadoras de bajo coste.
Pese a que la venta de Vodafone se daba por hecha, el Ejecutivo ha seguido muy de cerca la operación ya que la Ley de Telecomunicaciones establece este sector como estratégico para la economía española. Un sector que está atravesando por cambios profundos en este período, con la fusión entre Orange y MásMóvil para formar el mayor operador del mercado; así como el desembarco de la empresa pública de telecomunicaciones saudí STC en Telefónica que provocó la reentrada del Estado en el accionariado de la compañía.
