Los arquitectos Belinda Tato y José Luis Vallejo plantean con Polinature una solución temporal innovadora con materiales sencillos para rebajar el calor en zonas sin vegetación y atraer a polinizadores.
Han creado en la Universidad de Harvard una solución temporal innovadora para rebajar el calor en zonas sin vegetación: un prototipo de refugio climático barato —se hace con materiales sencillos, como andamios, placas solares y macetas— y que se puede montar muy rápidamente para generar frescor en cualquier superficie, desde una plaza dura hasta un aparcamiento en desuso.
Su nuevo prototipo combina sus dos facetas, investigación y planeamiento. La estructura parece una especie de flor gigante extraterrestre; en su interior, el verde lo impregna todo. La construcción temporal tiene una forma hexagonal, aunque se podría configurar de muchas otras maneras de forma sencilla, ya que está hecha con andamios. A tres metros y medio de altura se ubican dos tipos de burbujas, las blancas, que proveen sombra, y las naranjas, que pueden hincharse para generar viento. Por encima de ese nivel se ubican las macetas, con unas 1.400 plantas nativas del Estado de Massachusetts ideales para atraer insectos.