El Ministerio de Trabajo planea reunirse con el Partido Popular para negociar la reducción de la jornada laboral que trata de acordar ahora con la patronal de empresarios y los sindicatos. El equipo de la vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, valora positivamente que el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, se haya posicionado a favor de la semana de cuatro días laborables, y no descarta poder llegar a un acuerdo con ellos en materia laboral. Aunque, por ahora, Trabajo prioriza sacar adelante la rebaja de la jornada a 37,5 horas semanales y conseguir el "sí" de la patronal para cerrar un pacto con los agentes sociales.
Trabajo solo se centra, por ahora, en convencer a la patronal. Los empresarios se abren a apoyar la reforma, pero no se ponen de acuerdo con el Ministerio en cómo hacerlo: cuál será la progresividad, las diferencias por sectores y, sobre todo, las bonificaciones que anunció Díaz, pero que la CEOE no ha recibido en detalle y por escrito.
Si dichas bonificaciones cumplen con lo anunciado por la ministra —alcanzando hasta el 100% en las contrataciones que tengan que hacer las pymes por la entrada en vigor de la nueva jornada laboral— en la patronal ven con buenos ojos avanzar e incluso cerrar un pacto. Pero todo dependerá de la letra pequeña que presente Trabajo, como informó este digital.
Desde Sumar ya no cierran la puerta a ninguna formación. La estrategia que se plantea es similar a la que ejecutaron con la reforma laboral. Negociar con todas las formaciones; y entonces fue el sí de Ciudadanos lo que permitió avanzar hacia una mayoría parlamentaria. Para ello, en el Ministerio son conscientes de que necesitan el aval de la CEOE y consideran que sin los empresarios apoyando la rebaja sería más difícil implementarla en todos los sectores.
Por eso, Trabajo abre la puerta a reunirse con el PP, ante una posible negativa de los socios habituales, que ya han tumbado gran parte de las iniciativas que ha presentado el Gobierno y los grupos parlamentarios que lo forman —PSOE y Sumar—.
La dirección del PP ha pasado a la acción: de criticar y fiscalizar al Gobierno, a convertirse en una formación propositiva que plantee debates transversales. El primero, la ley de conciliación que presentó este martes en el Congreso de los Diputados. Después llegará su propia norma sobre vivienda. Como adelantó ECD, la hoja de ruta que ha dibujado Génova se basa en elaborar una serie de medidas en la Cámara Baja en los próximos meses. Aun sin contar con los apoyos necesarios. Primero presentarán las leyes y después intentarán lograr los apoyos necesarios. "Los socios del Gobierno tendrán muy difícil oponerse a algunas medidas", afirman desde la planta noble del PP.
Pero los populares no quieren meterse en temas polémicos, sino aquellos que han detectado que más preocupan a la ciudadanía. Por eso defenderán posiciones centristas, moderadas, alejadas de los postulados de Vox y con posibilidad de encontrar apoyo en formaciones como el Partido Nacionalista Vasco. "No es ni de izquierdas ni de derechas", ha afirmado el portavoz en el Congreso del PP sobre la ley de conciliación presentada por su grupo.
En este contexto se enmarca que Feijóo se abriera a apoyar una rebaja en las jornadas de trabajo semanales, una postura que pilló por sorpresa tanto a empresarios como a Trabajo, y que ha despertado la oposición de voces internas como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.