Una funcionaria de prisiones en Ourense ha sido suspendida por tres meses tras abandonar su puesto durante el servicio para entrar en la celda de un recluso y mantener relaciones con él.
El incidente ocurrió en agosto de 2021, cuando ingresó en la celda sin autorización y permaneció allí durante unos 30 minutos. Las autoridades penitenciarias recibieron pruebas en video que confirmaban la conducta inapropiada.
La funcionaria intentó defenderse, argumentando que su sanción se debía a una supuesta animadversión personal por parte del director de la prisión. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia desestimó su apelación, señalando que las acusaciones no eran convincentes y que las pruebas de la conducta irregular eran suficientes para justificar la suspensión.
El tribunal consideró la sanción proporcionada a la gravedad del incidente, afirmando que la funcionaria violó gravemente sus responsabilidades al cruzar los límites profesionales en un entorno tan delicado como una prisión. Las alegaciones de persecución personal y otras irregularidades fueron rechazadas, confirmando la medida disciplinaria impuesta.